CRISTIAN ARCINIEGA/EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO.- Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) se enfrentan constantemente a una serie de dificultades que pueden obstaculizar su crecimiento.
Por sus características, estas unidades económicas tienden a presentar cambios más significativos en comparación con las grandes empresas, sobre todo en cuestión de sus ingresos, el personal, la ubicación o los cierres.
El Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN), presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en diciembre de 2021, estimó que nacieron 1.2 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos, pero cerraron alrededor de 1.6 millones de estas unidades. Los motivos que las llevan al fracaso van desde problemas financieros hasta la negativa a incursionar en nuevos canales digitales.
- MALA GESTIÓN FINANCIERA
No tener los conocimientos necesarios en materia de dinero puede conducir a la quiebra a una Pyme. "Hay dos aspectos que llevan a esta situación: la falta de visibilidad de pagos e ingresos, es decir, quién me debe o cuándo debo liquidar a mis proveedores; así como carecer de un sistema de automatización que permita simplificar los procesos", menciona Dan Pinchasi, director general de la plataforma de pagos Kalto.
La incapacidad para generar flujo de efectivo es un problema recurrente en las pequeñas empresas. Este dinero permite financiar las operaciones cotidianas, solventar las deudas, además de generar inversión para sostener su crecimiento.
Tanto el propietario como el gerente a cargo deben estar al día en cuanto al balance general de cuentas. Desconocer cuánto dinero entra o sale coloca a las pymes en un barco sin dirección. Es por ello que contar con una planificación financiera es indispensable para tener claridad sobre las áreas que necesitan capital, así como para saber el monto específico que ayude a impulsar su desarrollo.
- CARENCIA DE INNOVACIÓN
Tener éxito con un producto o servicio no es garantía de permanencia en el mercado. Especialistas recomiendan buscar la manera de diversificar dicho catálogo para mantener el interés de los clientes, así como para captar a nuevos compradores. Los análisis profesionales ayudan a identificar tanto amenazas como oportunidades para poder crecer.
Contar con información actualizada permite conocer hacia dónde se encaminan las preferencias del consumidor en un momento determinado; de lo contrario, esto puede llegar a hundir un emprendimiento. También es importante conocer lo que está haciendo la competencia para, en caso de necesitarlo, encontrar un factor diferenciador.
Las pymes deben estar dispuestas a innovar para evitar que sus productos o servicios se vuelvan obsoletos, además de implementar nuevas tecnologías. Lo mismo sucede con las estrategias de marketing: emplear técnicas anticuadas puede limitar su alcance y crecimiento a corto y largo plazo.
- MIEDO A LOS CRÉDITOS
Los pequeños empresarios suelen temerles a los financiamientos, pues consideran que éstos pueden traerles más problemas que beneficios o, de plano, hacerles perder el control de su negocio a futuro. Lo cierto es que los créditos de tipo empresarial, cuando se utilizan de manera responsable, ayudan a impulsar el crecimiento de una pyme.
"El crédito revolvente, por ejemplo, sirve de apoyo cuando se necesita flujo de efectivo para abastecer el inventario, pagar la nómina o hacer alguna inversión, y hay facturas pendientes por cobrar. La pyme sabe que va a recibir ese dinero, pero requiere capital para seguir rotando. La responsabilidad recae en usar esa línea a sabiendas de que van a tener ese flujo de vuelta en algunos días", dice Dan Pinchasi, cofundador de Kalto. Un error común es gastar todo el capital desde un principio y no contemplar imprevistos a futuro. Además de la inversión inicial, muchas veces se requiere inyectar dinero más adelante para mantener las operaciones en marcha.
- NO PENSAR EN EL CLIENTE
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) identifica como un grave error de las pymes no tener empatía con el consumidor, es decir, no entenderlo ni detectar lo que realmente necesita. Esto puede crear una mala publicidad para la marca, así como obstaculizar que el negocio prospere.
Por lo tanto, las Pymes deben poner énfasis especial en la atención al cliente, ya que es el principal proveedor de recursos. Si al usuario se le da un buen trato, lo más probable es que se vuelva fiel a la marca y la recomiende con sus conocidos o asociados, lo que ayuda a que la Pyme vaya en aumento.
Saber si el producto cumplió con las expectativas del comprador resulta muy importante para el negocio, por lo que se recomienda llevar a cabo un seguimiento del cliente, quien puede ayudar a evaluar la calidad del artículo o servicio, así como brindar alguna sugerencia o queja para perfeccionarlo.
- NULA PRESENCIA DIGITAL
La pandemia obligó a muchos negocios a abrir canales de venta digitales para sobrevivir al cierre de tiendas físicas y la disminución de ventas. Según el Estudio sobre Venta Online en Pymes, realizado por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), 48 por ciento de estas empresas comenzaron a ofrecer sus productos o servicios en línea tras la llegada de la pandemia.
Asimismo, para el 34% de las Pymes vender por internet fue su única fuente de ingresos. Aun cuando la crisis sanitaria ha pasado, las plataformas digitales continúan al alza como uno de los canales preferidos de compra. Es por ello que, por muy pequeña que sea la empresa, contar con presencia en apps, redes sociales o páginas web ayuda a tener un mejor desplazamiento de ventas.
Estas plataformas también permiten darse a conocer a mayor escala, así como mantener contacto directo y constante con los clientes para, de esta manera, recibir sus comentarios, poder tener una retroalimentación y crear fidelidad con la marca.