4 de Mayo de 2024
 

Conoce estas cinco lecciones de los estoicos para iniciar mejor tu día

Fundada hace más de dos mil años, la filosofía estoica propone una visión realista de la vida, centrada en mejorar las cosas que sí puedes cambiar

Agencias

México

Hace más de dos mil años, un ciudadano chipriota llamado Zenón de Citio sufrió una desgracia que marcó el rumbo de su existencia: perdió todo lo que poseía en un naufragio, salvo una sola cosa: su propia vida.

 

Zenón fue el fundador de una disciplina filosófica conocida como estoicismo, cuyo nombre deriva de la stoa o galería en la que compartía sus vivencias a cambio de algunas monedas en Atenas.

 

Las experiencias en la vida de este filósofo, que vivió en Grecia hace más de dos mil años, lo llevaron a valorar las cosas a través de la razón y no por la emoción, por lo que hasta nuestros días el estoico es sinónimo de una persona imperturbable ante las dificultades cotidianas.

 

Posteriormente, otros pensadores como Marco Aurelio, Séneca o Epicteto añadieron reflexiones a esta filosofía, que parte de reconocer que hay cosas que no podemos dominar, pero también muchas otras que sí podemos resolver y esas son en las que vale la pena invertir esfuerzo.

 

 

Cinco lecciones de los estoicos para iniciar tu día

La conciencia de que existen cosas que escapan de nuestro control es clave en el sistema de pensamiento de los estoicos. Sin embargo, hay otras que sí están en nuestras manos y una de ellas es la reflexión sobre la gran fortuna que tenemos de estar vivos.

 

"Cuando te levantes por la mañana, piensa en lo precioso que es el privilegio de estar vivo, de respirar, de pensar, de disfrutar, de amar", escribió Marco Aurelio sobre una de las primeras cosas que se deben hacer al despertar.

 

Los estoicos veían la vida como una batalla constante en contra no solo de los elementos externos, sino del pesimismo natural en el ser humano, quien es consciente del tiempo que tiene en la Tierra pero, al mismo tiempo, lo rechaza.

 

"No aprendemos a ser valientes estando felices cada día. Nos endurecemos a través de la dificultad y la lucha", escribió Séneca, filósofo cuyo pensamiento influenció el razonamiento de otros grandes, tales como William Shakespeare o René Descartes.

 

Para Epicteto, la clave del éxito residía en un par de cosas: por un lado, ser consciente de que, por más que te esfuerces, hay cosas que no puedes dominar, como si un día llueve o no, pero de las que sí puedes cambiar debes ser completamente responsable.

 

 

Vivir sin quejarse de los demás, de la mala suerte o de las cosas que, de alguna manera, sientes que operan en tu contra, es el primer paso para tener una mente más clara y enfocada en tu propio crecimiento.

 

"Piensa primero qué es lo que quieres ser y luego haz lo que tienes que hacer para ello", decía Epicteto sobre el cuarto hábito para el éxito desarrollado por los estoicos hace miles de años.

 

Con la mente clara y sin engañarte, mírate al espejo y resalta aquellas cosas en las que eres bueno y cómo esas herramientas te podrán ayudar a ser mejor en cada minuto, ¡no te limites!

 

Para los estoicos, tener una red de apoyo de todo tipo, tanto emocional como física, con quienes compartas visión y valores, era clave en el éxito de toda empresa. Al final del día, nadie llega lejos si va solo.

 

"Los actos de tu prójimo son los tuyos también", escribió el emperador romano Marco Aurelio sobre el quinto secreto estoico en sus Reflexiones, un tomo fundamental si quieres aprender más sobre esta corriente de pensamiento, cuyos principios puedes aplicar para ser mejor cada día.

Nota tomada del Heraldo de México