La exposición "Vuelta al Quijote" ofrece una revisión de las ediciones que a lo largo de lo siglos se han hecho de la historia del ingenioso Hidalgo, en el museo Franz Mayer
Agencias
México
Dedicada a la relevancia literaria y editorial de la obra de El Quijote de la Mancha (1605), de Miguel de Cervantes Saavedra, la exposición Vuelta al Quijote, que inauguró en el Museo Franz Mayer, indaga en la variedad de temas que aborda el libro a través de la exhibición de los 786 ejemplares de la colección, en más de 18 lenguas.
La muestra, que permanece hasta el 20 de octubre en el recinto, también estudia la representación de los personajes femeninos y el carácter cómico de la obra a través de retratos y paisajes trasladados a telas de más de un metro de altura, colocados en el techo de la sala.
Giovana Jaspersen, titular del museo, explicó que Vuelta al Quijote se divide en cuatro nodos: el primero, que estudia la trascendencia del Ingenioso Hidalgo; el segundo, las primeras ilustraciones del libro; el tercero, los grabados del siglo XIX -ya más cercanos al personaje irreverente que se conoce actualmente-; y el cuarto, las diferentes versiones para los nuevos públicos, como los cuentos infantiles.
“La exposición va de los primeros grabados de Jacob Savery (1657) y Diego de Obregón (1674) que toman como referencia las imágenes flamencas, dando vida a 34 grabados que se reprodujeron en las ediciones españoles más populares de la historia, hasta la representación del artista Salvador Dalí, quien le da su propia narrativa al personaje”, contó.
Y agregó, “tenemos más de mil libros del Quijote en el museo, pero en realidad es uno sólo, lo que denota que historia se puede contar de diferentes maneras, ya que entra en juego la visión del ilustrador o el grabador, el tipo de encuadernado y el tipo de papel, entre otros factores, lo que lleva al libro a convertirse en algo más que una historia”.
Asimismo, la exposición explora la representación de obra clásica en el siglo XVIII, en un momento en el que se construyó la imagen del Quijote como un “modelo del lenguaje y de moral”.
“En 1723 John Vanderbak creó dibujos que construyeron la representación del Ingenioso Hidalgo como héroe; a mediados del siglo Antonie Coypel produjo las versiones más exitosas de la novela; y, en 1780 Joaquín Ibarra imprimió bajo el amparo de la Real Academia Española, una de las ediciones más lujosas dirigida a los coleccionistas y lectores más cultos”, contó Jaspersen.
Y explicó “que fue hasta el siglo XIX que, las editoriales vieron nacer al Quijote como el héroe libre, idealista, romántico, humorista y símbolo de la cultura en España”.
Para la también gestora cultural, lo importante de este siglo es que el personaje pasa de ser ejemplo de moral a convertirse en un mito artístico con el que se identificaron más personas como los escritores, los diseñadores, los artistas y los coleccionistas, además, de que se producen imágenes con mayor riqueza y originalidad plástica.
La primera edición mexicana del Quijote fue publicada en la imprenta de Mariano Arévalo, ubicada en la Calle de la Cadena, número 2 -hoy Venustiano Carranza-, en el centro de la Ciudad de México.
A DETALLE
- Se cuenta con ediciones en más de 18 idiomas.
- 786 ediciones se exhiben.
- 15 ejemplares se tienen del siglo XVII.
- 241 ediciones hay en lengua inglesa
Nota tomada del Heraldo de México