Con más de seis décadas en la industria musical, la vida del autor de "Yesterday" es probablemente una de las más interesantes en cuanto anécdotas musicales e historias relacionadas a la escena británica
Agencias
México
Con el reciente anuncio de la visita de Paul McCartney a México, el nombre del músico se encuentra en el punto más alto de las tendencias en internet y no es para menos, pues el cantautor cuenta con una de las carreras más importantes dentro de la industria musical, con un recorrido que comienza en los años 60 con The Beatles, la banda más importante en la historia del Rock, además de una prolífica discografía en solitario, el aclamado bajista es una leyenda cultural con un impacto incalculable.
Con más de seis décadas en la industrial musical, la vida de McCartney es probablemente una de las más interesantes en cuanto anécdotas musicales e historias relacionadas a la escena británica, las cuales abarcan encuentros sorprendentes con Jimmy Hendrix hasta emotivos relatos dentro del cuarteto de Liverpool. No obstante, uno de los actos más memorables y lindos por parte del autor de "Yesterday" es muy poco conocido por aficionados y expertos de la música.
Si bien la banda con más importancia cultural en la historia contemporánea no tuvo un gran periodo de actividad, los miembros de The Beatles se vieron envueltos en una serie de relaciones complejas y complicadas dentro del círculo social que conformaba la agrupación, por ejemplo, la conflictiva relación llena de amor y odio entre John Lennon y Paul McCartney o la emotiva amistad entre el representante de la banda, Brian Epstein y los cuatro jóvenes ingleses. Sin embargo, las historias de amor que surgieron dentro de la banda suelen ser las más curiosas.
Aunque la relación entre Yoko Ono y John Lennon suele ser muy criticada y es reconocida como un antes y un después para el futuro de la música inglesa, el mítico guitarrista llegó a tener una relación aún mas tormentosa que muy poca gente conoce. Durante el pico más grande de la llamada "Beatlemania" a mediados de los años 60, la explotación comercial de las jovenes estrellas se encontraba en su punto más alto, lamentablemente, un pequeño detalle evitaba que la imagen de Lennon fuera aprovechada en su totalidad, pues el cantante ya se encontraba casado y con un hijo en camino.
La tormentosa historia secreta del primer amor de John Lennon
Cynthia Powell, quien después de casarse con el guitarrista pasó a llamarse Cynthia Lennon, fue el primer amor del compositor, a quien conoció en su adolescencia y lo acompañó durante una época en la que John Lennon no profesaba la paz ni el amor, es por eso que la relación entre el autor de "Help" y su primera esposa está marcada por acusaciones de abuso y un evidente descuido y abandono de sus responsabilidades en el matrimonio y la consecuente paternidad de su hijo primogénito, Julian Lennon.
Después de un divorcio que se llevó de forma discreta en 1968 provocado por una infidelidad del famoso guitarrista, Cynthia llegó a un acuerdo monetario con Lennon en dónde se realizaría un pago único en lugar de una manutención, lamentablemente, el dinero se esfumó más rápido de lo esperado en la vida de Powell y el pequeño Julian. Esta situación impulsó al primer amor de Lennon a vender algunos de los recuerdos más dulces que tenía de su relación con el músico, pues en una subasta realizada por la expareja del compositor de "Imagine", se vendieron una serie de cartas y dibujos que el enamorado John Lennon le obsequió a su primer pareja formal.
Un detalle conmovedor que demuestra el enorme corazón de Paul McCartney
Estas piezas con un gran valor económico y sentimental fueron adquiridas en su totalidad por un comprador anónimo, sorpresivamente, unos meses después, la serie de souvenirs apareció misteriosamente en el buzón del hogar de Cynthia y Julian, estos detalles se encontraban en perfecto estado y enmarcados, además venían acompañados por una pequeña nota en donde se leía "Nunca vendas tus recuerdos", dicho mensaje se encontraba firmado por Paul McCartney.
Este conmovedor acto no era algo fuera de lo normal para la personalidad del bajista, la voz detrás de "Let it Be" nunca fue ajeno a la situación que Julian y Cynthia experimentaban, pues el joven McCartney convivió muchos años con la novia de su mejor amigo, creando una linda amistad que sobrevivió a la separación de la pareja, además de desarrollar un gran cariño por el primogénito de Lennon, niño al que le escribió la famosa canción "Hey Jude", como una forma de apoyar al pequeño durante el proceso de divorcio de sus padres. Si bien la relación Lennon/McCartney pasó a la historia y se encuentra como una firma en todas las canciones de The Beatles, lo que se llegó a vivir entre estos dos genios, fue como mínimo, complicado.
Nota tomada del Heraldo de México