El joven busca rescatar el oficio de los alfareros que se ha ido extinguiendo en el Istmo
Agencias
México
De sus manos surgen las iguanas hechas a base de barro, su inspiración ha sido la preservación y el respeto a estos reptiles que desde épocas prehispánicas han sido uno de los alimentos más preciados por los zapotecas del Istmo de Tehuantepec.
Sam Gutiérrez, es un joven artista originario de Santo Domingo Tehuantepec, y desde su taller ubicado en el barrio Santa Cruz Tagolaba, realiza estas obras de cerámica con el uso del barro.
“Esto parte de unas imágenes que tuve desde niño, algo que me marcó aquí en el istmo aquí en Tehuantepec, se consume este reptil en caldo, en tamales, y pues bueno esta señora que se dedicaba a la venta de este guiso, este platillo, le entregaban, le llegaban a entregar sus iguanas en costal, todas atadas, entonces así las aventaban en el suelo, yo las veía, fue una imagen muy muy fuerte que me marcó y quise retomarlo, entonces pues hago algunas así atadas otras piezas las realizo en tejas también para colocar en los techos, en los tejados, que son también unas estampas muy tradicionales de aquí, ver las iguanas en los tejados”, dijo.
Rescatar el oficio de los alfareros
Otra de las actividades que lleva a cabo Sam Gutiérrez es la preparación a las nuevas generaciones, para que se rescate este oficio, ya que asegura que en Tehuantepec, ya se han extinguido los alfareros.
“En Tehuantepec ya se ha perdido esta práctica de la cerámica, la alfarería, entonces la idea es como preservarlo, rescatarlo y pues con las nuevas generaciones que ellos continúen, entonces es que nada un rescate de la alfarería en Tehuantepec, pues aparte de las piezas utilitarias como ollas, vasijas, palanganas y todos los recipientes utilizan aquí las paisanas para hacer su comida, pues nosotros también lo retomamos de alguna manera mas artística y pues si vamos a hacer una olla, una vasija, darle un toque mas original, más propio”, comentó.
El material que utiliza, lo adquiere con los artesanos de la región, quienes a su vez acuden a otros municipios donde aún se puede obtener esta materia prima, “este es el barro que utilizan los alfareros de Ixtaltepec o utilizaban aquí los paisanos anteriormente y este banco de la tierra se encuentra en CHihuitan y en Tlacotepec, que es donde ellos van a conseguir la tierra”, explicó.
Sus iguanas toman vida, luego de que pasan por el proceso de moldeado y secado a la sombra, deben ser introducidos al horno a baja temperatura, para posteriormente darles el acabado final que es la pintura.
Nota tomada del Heraldo de México