26 de Noviembre de 2024
 

Eloísa García retrata el mar de Galicia

"A Costa da Morte", nombre del segundo libro de la autora, editado por la Fundación Casa de México en España, captura la majestuosidad y misterio de los paisajes gallegos

Agencias

México

En diciembre de 2020, cuenta la fotógrafa Eloísa García, la incertidumbre invadía al mundo debido a la pandemia por Covid-19, ella y su familia habían dejado México y se habían instalado en Madrid, España; ante la situación, decidieron ir al mar de la Costa de la Muerte, en Galicia, donde la mexicana comenzó a hacer una serie de retratos que más que perseguir la estética del lugar “buscaban proyectar los sonidos del vacío, el resplandor de los faros solitarios, los eternos vigilantes, la voz de los acantilados, los secretores de las piedras, de las algas y el baile del viento con las nubes y las plantas”.

 

"A Costa da Morte", nombre del segundo libro de la autora editado por la Fundación Casa de México en España, captura la majestuosidad y misterio de los paisajes gallegos como un tributo artístico que combina fotografía y textos de las escritoras Elisa Queijeiro y Asunción Cancela, cuya contribución ofrece reflexiones profundas sobre la conexión entre la naturaleza y la experiencia humana.

 

 

La colaboración entre fotografía y literatura permitieron crear una obra trascendental

En la conferencia de prensa, que sucedió en la Casa de México en Madrid, donde se presentó el libro, Eloísa García contó “que España la acogió a ella y a su familia con los brazos abiertos, por lo que el proyecto es para ella una comprensión de la vida, de la naturaleza y por supuesto un modesto homenaje a Galicia y a quienes salvan al mar y a quienes luchan por la naturaleza cada día”.

 

“Con este libro mi búsqueda era completamente diferente, motivada por la curiosidad y la exploración de de una región que más que de muerte estaba colmada de belleza, vida y misterio, un reflejo de la paz que buscaba y del silencio y lejanía que encontré pero que me llevó a la reflexión, ya que al igual que el mar, yo también me transformé en aquellos días de descanso”, compartió.

 

Por último, resaltó que la colaboración entre fotografía y literatura permitieron crear una obra que trasciende los límites de ambos medios, además de fungir como un punto de encuentro para el diálogo y la colaboración entre escritores  y amantes del arte.

Nota tomada del Heraldo de México


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