26 de Noviembre de 2024
 

Kagurazaka Bakeneko: este es el desconocido origen del Desfile de los gatos de Tokio

Celebrado el segundo viernes de octubre, este atractivo desfile que reúne a amantes de los gatos y de la cultura japonesa tiene un lado poco conocido

Agencias

México

Considerados deidades en Egipto, ejemplos de nobleza en el mundo árabe, de resiliencia y elegancia en Rusia y animales enigmáticos en todo el mundo, los gatos se encuentran entre los favoritos de millones de personas.

 

En Japón el idilio con los michis no es menos, y desde el icónico maneki neko, o gatito de la fortuna, que atrae la buena suerte, hasta la omnipresente Hello Kitty, hay muchos ejemplos del gusto de los nipones por los gatos.

 

Desde hace más de una década, en el tradicional barrio Kagurazaka de Tokio, se celebra un evento singular: se trata del Kagurazaka Bakeneko, o Desfile de los gatos, que reúne a miles de personas.

 

Participar es realmente muy sencillo, todo lo que tienes que hacer es pagar la entrada, que cuesta 500 yenes (unos 65 pesos), y disfrazarte como un gato o llevar a tu michi a pasear entre los cientos de personas que llevan su ajuar más felino a las calles de la capital de Japón.

 

 

¿En qué consiste el Kagurazaka Bakeneko?

Celebrado desde 2010, el Kagurazaka Bakeneko se realiza precisamente en este barrio porque es en donde transcurre la acción de la novela Soy un gato, de Soseki Natsuke, considerado uno de los libros más importantes de la literatura japonesa.

 

A lo largo del día se realizan cuatro desfiles, los cuales recorren las calles del barrio de Kagurazaka llevando alegría felina. En los negocios del sitio puedes comprar toda clase de recuerdos, panes, cafés y comida con motivos gatunos, por lo que es un evento imperdible para cualquier amante de los gatos.

 

 

¿Qué es un gato monstruo?

La segunda parte del nombre de esta fiesta, bakeneko, se traduce literalmente como gato monstruo y hace referencia a una antigua creencia del archipiélago japonés, lo que le confiere un aire entre místico y algo oscuro a la celebración.

 

La leyenda comenzó siglos atrás cuando las autoridades japonesas prohibieron que las personas tuvieran en sus casas a los michis, puesto que había una gran plaga de ratas y era necesario que estuvieran ejerciendo su papel de cazador.

 

Entonces se creía que si un gato vivía mucho tiempo, a edades que iban de los 13 a los 100 años, se convertía en un yokai, esto es, una especie de demonio capaz de tomar la apariencia de cualquier muerto y de matar a otros espíritus.

 

No solo eso: los bakeneko, usualmente gatos de cola larga y más de 3.5 kilos de peso, podían hablar, andar en dos patas e incluso volar, lo cual era sumamente aterrador para la época.

 

Muchos relatos con sus andanzas se concentran en novelas, cuentos e incluso pinturas que se suelen agrupar en el género conocido como kaibyo, una categoría muy especial y popular del terror japonés.

 

Sea cierto o no, la realidad es que el Kagurazaka Bakeneko es el pretexto perfecto para conocer uno de los barrios tradicionales de Tokio, famoso por su vida bohemia y sus artistas, con la mirada de un gato.

Nota tomada del Heraldo de México


Lo último en el Heraldo

Banner Hotel