4 de Julio de 2025
 

Apuestan investigadores, de CIATEJ y Chapingo, a fuentes alternativas de proteínas

 

 

  • Recientes estudios de biomasas de hongos y microalgas colocan a estas materias primas como importantes fuentes alternativas de proteínas

Julia Méndez

Tuxpan

La necesidad de encontrar nuevas alternativas de proteínas, que sean más fáciles de producir y que se adapten a las actuales condiciones ambientales, ha incrementado el interés de realizar investigación al respecto. En este sentido, el Dr. Juan Carlos Cuevas Bernardino, quien es Investigador por México (IxM) de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI) comisionado al Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ) Subsede Sureste; actualmente, en estancia de investigación sabática con la Investigadora Nacional Emérita la Dra. Consuelo Lobato Calleros de la Universidad Autónoma Chapingo, se encuentra realizando un estudio sobre la utilización de biomasas con alto contenido de proteínas, basándose principalmente de fuentes emergentes y alternativas de origen fúngico (micoproteínas) y microalgas.

Entrevistado al respecto, para esta casa editorial, el integrante del programa IxM del SECIHTI, indicó que uno de los principales objetivos de esta investigación, es aprovechar al máximo las aportaciones de proteína que tienen ciertas  biomasas emergentes, y al mismo tiempo darle un valor agregado a su productividad sostenible, ya que el objetivo final es que estas biomasas de fuentes alternativas de hongos y microalgas puedan integrarse al mercado comercial de los alimentos básicos de nuestra dieta diaria, esto con la finalidad de que cualquier persona pueda tener fácil acceso para adquirirlas y consumirlas.

“Se pretende adicionar este tipo de biomasas en ciertos alimentos comúnmente consumidos,  tales como tortillas, panes, yogures o algún otro tipo de alimento, esto para poder incrementar su valor nutricional, sobre todo en  proteínas de alta calidad”, expresó, agregando que por ahora el principal reto es caracterizar al máximo las biomasas para poder atribuirles ciertas propiedades estructurales a los nuevos sistemas alimenticios que se plantean desarrollar, dentro de estas características que se deben estudiar se encuentran: la composición de aminoácidos esenciales, propiedades de textura, atributos sensoriales tanto de sabor como olor, esto para conocer las cualidades tecno-funcionales que pudieran conferir a los alimentos finales y todo ello encaminado hacia el desarrollo de alimentos con buena aceptación final por parte de los consumidores justo al momento de su degustación.

Y es que si bien en la actualidad el consumo de proteínas es en su mayoría de origen animal, las cuales provienen de especies como res, pollo, pescado o cerdo, es bien conocido que su producción requiere de altos consumos de agua y alimento, además de espacios de producción sumamente extensos, e incluso en algunos casos provocando alertas  ambientales por la generación de metano, de ahí la necesidad de buscar nuevas fuentes alternativas de proteínas que sean más amigables con el medio ambiente, y que además su producción pueda hacerse incluso en espacios pequeños.

A esto se suma, que existen sectores de la población que no siempre pueden consumir alimentos de origen animal, por lo que al ser biomasas grado alimenticio de fuentes alternativas de hongos y microalgas, estas materias primas pueden ser más aceptables e incluso más recomendables para personas de sectores vulnerables, como por ejemplo los adultos de la tercera edad.

Explicó que en este momento se encuentran en un avance considerable en dicha investigación, e incluso se está analizando el comportamiento de las biomasas al momento de fortificar un pan, un yogur, o algún otro producto alimenticio; agregó que están por realizarse algunas pruebas reológicas, texturales y sensoriales que cumplan todas las características de calidad de alimentos que pide el mercado y que sean del agrado del consumidor; posteriormente se plantea poder incorporarlas a nivel planta piloto con la firme intención y perspectiva de un posible escalamiento para producción en masa, esto para poder brindar al consumidor final una gama de alternativas de alimentos a base de estas biomasas emergentes.

Como la biomasa de la microalga se trata de un producto milenario y ancestral del ex-lago de Texcoco, añadió que su producción ha sido más regional, sin embargo, actualmente existen invernaderos de producción sostenible de esta microalga azul-verde, en los que ya se han logrado rescatar los conocimientos necesarios para su producción, consolidando las condiciones estandarizadas y óptimas para ello, por lo que se cree que sí sería posible llevar este tipo de prototipo a cualquier parte de la república mexicana y hacerlo más accesible para la población en general.

Finalmente, el consumo de proteínas, reiteró es fundamental en la salud y nutrición de la población humana, y su demanda es cada vez mayor, por lo que dijo, la búsqueda de proteínas emergentes y alternativas cada día cobra más fuerza y es por eso por lo que se seguirán buscando nuevas fuentes que permitan una mayor diversidad de productos enriquecidos con biomasas ricas en proteínas de alta calidad.


Banner - Ola de calor 2025