
“La gripe te entra por andar descalzo.” ¿Cuántas veces escuchaste esa frase? El refrán popular que afirma que las enfermedades entran por los pies se repite de generación en generación con una convicción casi religiosa. Pero ¿cuánto hay de mito y cuánto de realidad en esta idea? Según diversos estudios médicos y científicos, como el análisis publicado por la plataforma Pediatribu, los resfriados, gripes y otras infecciones virales no entran por los pies, sino por vías aéreas o contacto con superficies contaminadas.
De los abuelos a la ciencia: ¿de dónde surge esta creencia?
La idea de que andar descalzo puede enfermar tiene raíces culturales profundas, sobre todo en sociedades donde el frío se asocia al malestar y el abrigo se entiende como sinónimo de prevención. Refranes como “mantén los pies calientes y la cabeza fría” consolidaron esta noción en la sabiduría popular.
De hecho, según el Centro Virtual Cervantes, expresiones como “las enfermedades entran por los pies” están documentadas desde hace siglos en refraneros ibéricos, en un intento de explicar la salud desde el entorno cotidiano.
¿Qué dice la medicina moderna?
La medicina actual sostiene que los virus respiratorios como el de la gripe o el resfriado entran al cuerpo por las mucosas de nariz, boca y ojos, a través del contacto con gotículas en el aire o superficies contaminadas. El frío, por sí mismo, no genera enfermedades.
El doctor Manuel Viso, reconocido médico y divulgador, fue tajante:
Los resfriados no entran por los pies ni vienen por el frío, lo hacen a través del aire o las manos”
¿Entonces por qué enfermamos más en invierno?
Esta es una confusión común. Durante el invierno, pasamos más tiempo en espacios cerrados, con poca ventilación, lo que facilita el contagio. Además, el aire frío reseca las mucosas nasales, lo cual reduce su capacidad de defensa natural frente a virus.
El frío puede actuar como un factor indirecto, debilitando las barreras protectoras del organismo, pero no es el causante directo de infecciones. Así, andar descalzo o con los pies mojados puede hacerte sentir incómodo, pero no necesariamente enfermo.
¿Existen riesgos reales por no proteger los pies?
Aunque los pies no son la puerta de entrada a enfermedades virales, sí existen riesgos físicos y laborales al no protegerlos. La Universidad de James Cook en Australia advierte que el uso inadecuado de calzado puede aumentar el riesgo de lesiones, infecciones fúngicas, e incluso accidentes laborales.
Además, caminar descalzo en ciertos entornos puede exponer a bacterias o parásitos que sí ingresan por heridas o cortes en la piel. Aquí la recomendación médica no es por los virus respiratorios, sino por otros tipos de contagios cutáneos o sistémicos.
¿Cómo se derriban los mitos de la salud?
En el libro Los virus no entran por los pies, la autora se propone desmontar creencias heredadas en torno a la salud infantil. A través de evidencia científica y entrevistas con especialistas, señala cómo muchas normas impuestas en nombre del cuidado no tienen base médica.
El miedo, el control y la repetición sin cuestionamiento son, muchas veces, los vehículos de estas falsas creencias que atraviesan generaciones enteras sin ningún filtro.
¿Por qué persisten estos mitos?
Porque son fáciles de recordar, se transmiten de boca en boca, y suelen venir de personas de confianza. Además, en muchos casos, el malestar aparece después de una exposición al frío, lo que lleva a una falsa asociación causal.