Encantos ocultos que viven en las redes sociales, esta mañana Francisco González Bocanegra es Trending Topic en Twitter.
Esto solo pasa en el México del Siglo XXI. De gran memoria.
El también orador, articulista y censor de teatro, nació el 8 de enero de 1924, hijo del español José María González Yáñez y de la mexicana Francisca Bocanegra Villalpando, familia que fue desterrada del país en 1829 por un ordenamiento del primer gobierno federal mexicano de expulsar a los oriundos de España.
En el país ibérico el futuro poeta recibió su educación inicial y regresó a México en 1839, tres años después que España reconoció la independencia de México, de acuerdo con información de su vida, publicada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
En México desempeñó varios cargos dentro del gobierno para mantenerse y a su familia, como archivista de la Administración General de Caminos, censor de teatro y director del “Diario Oficial del Supremo Gobierno”
La inspiración de sus escritos fue su propia esposa, Guadalupe González del Pino, a quien llamaba “Elisa” en su obra y quien, según cuenta la leyenda, tuvo mucho que ver en la composición del Himno Nacional, pues encerró al poeta hasta que terminara la letra.
No obstante, González Bocanegra escribió poco y publicó aún menos, al considerar que su trabajo era algo íntimo, sólo para él y para quien era la musa de su poesía, a lo que se suma su timidez natural y el no deseo de ser reconocido.
Pero además, ya viuda, impidió que se publicará una colección de 46 poemasque el autor había reunido con el título de “Vida del corazón”, de los que hasta 1954 habían sido publicados 22, a los que se suman otros 15 que aparecieron en periódicos entre 1849 y 1860.
En otros géneros, publicó una obra dramática titulada “Vasco Núñez de Balboa”, la que se estrenó en el Teatro Iturbide en 1856 y mereció un comentario del español José Zorrilla, así como de Fernando de Olavarría y Ferrari.
Dejó inconclusa una pieza más, a la que tenía pensado nombrar “Faltas y expiación” y de la cual alcanzó a escribir el primero de los tres actos que tenía pensados.
González Bocanegra fue más conocido en su época como orador y declamador, ámbitos en los que debutó en 1850, con la pieza “Discurso sobre la poesía nacional”, pero su noche más recordada ocurrió el 15 de septiembre de 1854.
En esa ocasión, en el Teatro Nacional, pronunció el discurso a los héroes de la Independencia, pero además se interpretó por primera vez el Himno Nacional ya con la música compuesta por Jaime Nunó, de acuerdo con la misma fuente.
De su perfil como censor de teatro se sabe que no fue severo ni intransigente, y gracias a sus textos se conoce el juicio a los valores morales y las gracias literarias de 97 obras. Sus conceptos, plasmados entre el 12 de mayo de 1859 y el 19 de enero de 1860, los dejó escritos a mano en una libreta de 95 páginas.
González Bocanegra contrajo tifoidea y murió en la Ciudad de México el 11 de abril de 1861, a los 37 años de edad. Sus restos fueron sepultados en el Panteón de San Fernando, de donde se les trasladó al de Dolores en 1901.
De este cementerio se les pasó a la Rotonda de las Personas Ilustres en 1932 para quedar en el lugar definitivo, junto a los de Jaime Nunó, autor de la música del Himno Nacional, en 1942.