La Colaboración de nuestros amigos con Diario Martinense
Aseadores de calzado, Tradición para nuestros Zapatos
Por: César David Español, Salvador Cruz y Adolfo Orea
Los boleros también conocidos como aseadores de calzado, pertenecen al selecto grupo que posee uno de los trabajos con más tradición en México. Es debido a su antigüedad que estos poseen una de las historias más antañas. El aseador ambulante nació a fines del siglo XIX y con la migración del campo a la ciudad en el XX. El trabajo de un buen bolero no es solo lustrar; es hacer perdurar el calzado, por lo cual hacen gala de sus habilidades usando indumentaria propia de dicha labor: trapos, cepillos y latas de grasa de distintos colores.
Los años 40 fueron los llamados años mozos de esta bella labor, ya que en aquellas ilustres épocas los hombres solían pulir sus zapatos antes de ir a bailar, pues aquel que tuviese los zapatos más brillantes solía convertirse en el afortunado ganador del corazón de alguna bella dama. Algunos sabios robles no olvidarán que en el año de 1956 Cantinflas les rindió un homenaje en la película que llevase por nombre “EL BOLERO DE RAQUEL”.
Pero en las propias palabras de nuestros boleros martinenses, ser bolero es una labor de orgullo que te enriquece día con día, al menos eso significa para Víctor Vélez, mejor conocido como “El Wero”, habitante de nuestro bello Martínez de la Torre y que cuenta con más de 40 años de experiencia trabajando en esta bella labor Don Víctor cuenta con mucho orgullo como en el año de 1983 él se construyera con sus propias manos su primer cajón para bolear zapatos, para posteriormente aprender este oficio únicamente observando, ya que nadie le enseñó los pasos para llevar a cabo esta labor. Sería entonces que comenzase a introducirse en el mundo de los aseadores de calzado, todo ello por la necesidad de subsistir y debido a la falta de empleo.
Eso es solo el testimonio de uno de los tantos boleros que se desempeñan en nuestro bello municipio, pero si alguna vez has estado en el centro de Martínez de la Torre, en el llamado parque José María Mata, cerca de la iglesia, en el llamado pasaje Pañeda, o quizá en alguna esquina, habrás notado la presencia de alguna de estas emblemáticas figuras bien distribuidas por el sindicato de Aseadores de calzado, el cual se encarga de distribuir los lugares que le corresponden a cada individuo en base a sus años de antigüedad laborando, cabe mencionar que al igual que cualquier otro trabajo, los aseadores de calzado tienen un horario bien establecido que pueden variar según sea el gusto de cada Bolero, pero eso no descarta el hecho de que las jornadas de trabajo sean largas y que para tener un sueldo que les permita subsistir tengan que trabajar los siete días de la semana.
Los Boleros o aseadores de calzado podrían considerarse artesanos, los cuales con una estructura de metal compuesta por una silla cómoda, con un par de patas de acero para descansar los pies, acarician con sus talentosas manos los zapatos de quien está cómodamente instalado en dicha silla, con el fin de hacerlos brillar.
Algunos limpiadores de calzado narran cómo las mujeres traen más zapatos que los hombres, específicamente botas las cuales atesoran, y que no hay un día especial donde los aseadores de calzado ganen más dinero por llevar a cabo su labor, pese a que si lo pensamos bien poseen un trabajo impredecible.
Si vives en Martínez de la Torre o sus alrededores, asear el calzado es uno de los servicios que debes pagar al menos una vez en tu vida. Ya sea solo por curiosidad, o por conocer un poco más acerca de estas personas o quizá simplemente por tener un par de zapatos brillantes no deberías dejar de hacerlo. Mientras estos lustran tus zapatos, puedes leer el periódico, o simplemente charlar para saber más acerca de la vida de estas fascinantes personas, llenas de historias por contar.