27 de Noviembre de 2024
 

ENFOQUE CULTURAL

En las playas de Veracruz, con la magia y el alma de Pirata.

LA COLABORACIÓN DE NUESTROS AMIGOS: César David Español, Salvador Cruz y Adolfo Orea Vite

Un poco de son jarocho

Estimados lectores de Enfoque cultural, para nadie es un secreto que hablar de Veracruz es hablar de sus danzas y sus sones, de aquella mujer vestida de blanco siendo pretendida por un joven jaranero, de ese alegre son generado que al compás de un zapateado describe perfectamente a un veracruzano. Sin duda cada característica que  involucra ser veracruzano está llena de misticismo, e incluso el mote o apodo de jarocho que es una manera de referirse a los nacidos en este bello Estado, pero alguna vez nos hemos preguntado ¿qué es ser jarocho?

Comúnmente se ha conocido como “jarocho” o “jarocha” a aquellos individuos (a)  provenientes de la ciudad de Veracruz en México. Como dato histórico es necesario saber que durante los años de la independencia de México se denominaba jarochos, a los soldados de raza negra que formaban parte de los grupos de lanceros (soldados de una unidad de caballería que combatían con una lanza) cuya función era vigilar las costas para proteger el régimen español que gobernaba durante aquella época. Con el paso del tiempo, este vocablo se fue aplicando a todas las personas cuya piel poseía rasgos negroides, utilizándose finalmente para distinguir a las personas que habitaban las costas.

Aun cuando lo anterior es muy convincente existe una versión alterna en relación al origen de la cultura jarocha y jarochos en general, se cuenta que el vocablo tiene su origen en los indígenas que habitaban en  la ribera del abundante río Papaloapan, en el cual se acostumbraba ir a pescar con “jaras” (vara o garrocha con que los arrieros puyaban a los animales).

Pero hablar de ser veracruzano también es hablar del “son” y no solo del nombre como tal cuyo vocablo también es derivado del término jarocho. Cabe destacar que el son jarocho es la expresión musical propia de la cultura jarocha (abarcando también parte de los estados de Oaxaca, Tabasco y Veracruz). Se practica esencialmente en la fiesta tradicional de los jarochos llamada fandango jarocho, donde se combina con la danza zapateada y la poesía cantada. Esta expresión artística también es ampliamente practicada por ejecutantes que no son de origen jarocho. La música tiene un ritmo armónico, generalmente sesquiáltero (ritmo frenético, armónico que alterna generalmente compases) con síncopas (estrategia compositiva destinada a romper la regularidad del ritmo, por medio de la acentuación) y contratiempos, la lírica tiene coplas cambiantes llamadas "versos" y la danza se basa en el zapateado con algún carácter similar en algunas regiones de México.

Es importante agregar que en Veracruz no todos somos jarochos pero si veracruzanos y aunque existe un límite de hasta dónde se puede usar la palabra  jarocho como distintivo para un veracruzano, suelen darse casos en que los visitantes o personas de otros estados llamen a un veracruzano cuando va a algún sitio de visita “fuereño”, esto no es equívoco ya que la gramática de estos vocablos está usada correctamente y ejemplifica un jarocho que vive o bien fuera de estos límites o que simplemente también va de visita.

El orgullo de ser veracruzano.

Un Estado, una región con mucha riqueza.

Rescatando la cultura y la tradición.


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