27 de Noviembre de 2024
 

5 efectos maravillosas que experimentas cuando empiezas a amar tu cuerpo

Tu cuerpo es tu templo y te acompañará toda la vida. Por eso, debes amarlo mucho. Él lleva muchas marcas, es verdad, pero son hermosas. A fin de cuentas, son marcas de guerras, de heridas que te hicieron más fuerte y de recuerdos hermosos que jamás podrás borrar de tu memoria.

Amarte a ti misma es una elección que debes tomar día a día y, te aseguro, una vez que comienzas a hacerlo los resultados son maravillosos. Mira, quiero contarte las 5 maravillas que empezaron a sucederme luego de que comencé aamarme así como soy...

#1 Me enamoré del ejercicio físico

 

En el momento que mi cuerpo no era lo que yo esperaba el desgano minaba mi vida. Solo quería estar acostada, mirando TV o en el sofá con mi notebook o celular.

 

Pero ni bien comencé a conectarme conmigo misma, el amor por mi cuerpo comenzó a aflorar y con él las ganas de moverlo.

Hacer ejercicio físico revivió mi espíritu y me dio mucha más energía para afrontar mis días.

#2 Comencé a ver las comida como alimento y no como una muleta emocional

 

Seamos sinceras, ¿en cuántas ocasiones vimos los chocolates como nuestra tabla de salvación cuando nos estábamos ahogando en un gran problema emocional? Desde esta perspectiva, una ruptura y un dulce eran la combinación perfecta. Un momento de estrés y una hamburguesa con papas fritas, lo mejor que nos podía pasar.

Esto ya no me sucede: desde que comencé a valorar mi propio cuerpo, percibo a la comida como el alimento que fortalece mi organismo.

#3 Me cuido más a mí misma

 

Conozco mujeres que hirieron sus cuerpos, por no cumplir con una dieta o lograr su objetivo de tener un cuerpo excepcional. Por fortuna, nunca llegué a este punto. Y desde que comencé a quererme tal cual soy, empecé a valorar más mi cuerpo y, por consiguiente, a cuidarlo mejor.

#4 Me siento cómoda siendo yo misma

 

Antes de mi punto de inflexión, no me sentía cómoda en mi piel. Creía que era imperfecta y que eso me hacía fea, que no podía caber en ningún ambiente. Era tan crítica conmigo misma que no me permitía ser feliz ni apreciar mis pequeñas imperfecciones que me hacían única y aún más bella.

Cuando ya no le di importancia al estereotipo impuesto por la sociedad y las publicidades, dejé de ser tan autocrítica conmigo y créeme que me reencontré con el bienestar.

#5 Comencé al fin a vivir mi vida

 

Cuando no amaba mi cuerpo me perdí muchas experiencias: ir a la playa, por ejemplo. El complejo que me generaba no entrar en el estereotipo establecido hizo que perdiera demasiados momentos hermosos.

Ahora que todo eso ya pasó, mi vida es mucho más divertida: soy mucho más feliz y no todo gira en torno a mi cuerpo: sé que mi personalidad y mi energía también son importantes.


Lo último en el Heraldo

Banner Hotel