* En su aniversario luctuoso
Brenda Pérez Aguilar
Después de la tragedia de Jannet, aquel 13 de octubre de 1955, hombres y mujeres lloraron la muerte de este gran mexicano, don Manuel Ávila Camacho, quien fue gran benefactor de esta región, por ello este día será recordado por las autoridades municipales en el sitio de honor frente a su busto instalado en el parque que lleva justamente su nombre, parque General Don Manuel Ávila Camacho.
De acuerdo a lo informado por el cronista municipal, Melquiades Castro Aguilar, la providencial presencia de don Manuel en la región, quizá desde su nacimiento, pues algunos aseguran que ocurrió en Martínez de la Torre, pero fue registrado en Teziutlán, Puebla, ha sido uno de los factores milagrosos que convirtieron la pequeña ranchería de Paso de Novillos, en el portentoso municipio de Martínez de la Torre a partir del 29 de octubre de 1882. El otro personaje fue, precisamente, el abogado y parlamentario Rafael Martínez de la Torre.
Destacó que desde 1914 fue soldado de la revolución muy joven, en 1920 obtiene el cargo de Jefe del Estado Mayor del militar michoacano don Lázaro Cárdenas, se matrimonia con la dama jalisciense doña Soledad Orozco García en 1925 y participa en la guerra cristera en 192, asumió la Secretaría de Guerra y Marina, lo que ahora se conoce como Secretaría de la Defensa Nacional, cuando don Lázaro asume la Presidencia de la República, que emprende una campaña institucional en favor de los campesinos y los obreros.
Indicó que fomentó la creación de la CTM, intensificó la campaña alfabetizadora, creó el Instituto de Capacitación para Maestros en Servicio, patrocinó la creación del Sindicato Nacional de los Trabajadores, creó el Centro de Cultura Superior, el Colegio Nacional, la Comisión de Investigación Científica en cuestiones de salud; Decretó la Ley del Instituto Mexicano del Seguridad garantizando la protección de las familias, dándole vigencia en 1943, creó igualmente el Hospital Infantil de México, en 1944, con el doctor Gustavo Baz, otro personaje de gran prestigio, inauguró el Instituto Nacional de Cardiología, se incrementó el programa carretero nacional, vías férreas, presas y canales de riego; fundó la Secretaría de Trabajo y Previsión Social en 1941 y diversas obras más de gran impacto para un país que requería este tipo de estadistas.
En Martínez de la Torre y la región es recordado porque apuntaló las bases de su desarrollo y progreso, por lo que las familias de antaño y los empresarios de ahora, agradecen una serie de obras que aún perduran, principalmente en Martínez de la Torre, la tierra de sus afectos.
Agregó que fortaleció el término de la carretera Teziutlán-Tlapacoyan- Martínez de la Torre-San Rafael-Nautla, Gutiérrez Zamora-Papantla, prodigando con ello insertar la región en el concierto nacional.
Respaldó la creación del Banco de Crédito Rural para acercar créditos a los campesinos, puntualizó, así como la creación del hospital civil que ahora lleva su nombre; respondió a los martinenses ante su llamado de garantías a sus bienes y vidas, enviando al ejército mexicano para apaciguar la región en momentos convulsos; apuntaló la construcción del puente sobre el río Bobos y fomentó la instalación del ingenio Independencia, generador de miles de empleos directos e indirectos hasta que llegó el fantasma del neoliberalismo rampante y cruel.