No es la primera vez que la primera dama brinda un discurso en defensa y empoderamiento de las mujeres. De hecho, ya lo había hecho en la conferencia que brindó hace pocos meses en Argentina.
Entonces, Michelle Obama instó a la lucha por la igualdad de derechos y el empoderamiento de las chicas de ese país y del mundo. Insistió en que tenemos que ayudarnos entre nosotras para llegar más lejos y lograr reivindicar nuestras necesidades comos seres humanos.
Y ahora, en el marco de la campaña presidencial de los Estados Unidos, volvió a revivir muchos de estos importantes conceptos.
Como mujer, creemos que es importante que estés a tanto de ellos. ¿Vamos a repasarlos?
¡No volvamos al pasado!
Más allá de reafirmar su apoyo a Hillary Clinton, Michelle quiso resaltar más que nunca los derechos y el valor de las mujeres frente a los últimos dichos desafortunados de Donald Trump.
“El valor de una sociedad se mide en cómo trata a sus niñas y mujeres”, fue una de las primeras frases de la primera dama. Y cuánta verdad esconden sus palabras. Al final de cuentas, el trato que le brindas a las personas de tu entorno (y en particular a las que se encuentran en una posición de vulnerabilidad) te define como persona.
“Que algunos hombres consideren que pueden hacer lo que quieran con una mujer es muy cruel”, afirma la primera dama y agrega que “es aterrador y duele”. Nosotras, como mujeres, no podemos permitir que el tiempo retroceda: no debemos permitir que nos traten como objetos, como lo hacían hace siglos. No podemos permitir que ni el chico que nos gritó por la calle (ni Trump) atente contra nuestra dignidad.
¿Cuántas veces miraste para un costado cuando un chico u hombre mucho mayor que tú te dijo obscenidades en la calle? Lo deduzco, fueron varias. Elmicromachismo está presente en cada momento de nuestra vida y es algo contra lo que tenemos que luchar.
No podemos tragarnos nuestros sentimientos y pensamientos. Nosotras también somos fuertes y nuestra voz también merece ser escuchada. “Esto es una vergüenza. Es intolerable. Se trata de la decencia humana básica. Supone distinguir entre el bien y el mal”, continuó en su discurso.
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También es un asunto de los hombres
Y volvemos al mismo concepto: el modo en que tratas a los demás te define en amplia medida. En este sentido, Michelle reflexiona: “Los hombres verdaderamente fuertes no necesitan minimizar a las mujeres. Las personas fuertes no aplastan a su entorno, lo elevan”.
Pero no caigamos en la ilusión que la reivindicación de nuestros derechos supone la denigración del sexo masculino. Ellos son tan valiosos como nosotras y necesitamos de su ayuda para construir una sociedad más justa para todos.
En definitiva, en vez de invertir nuestras energías en quejarnos y criticar a nuestros queridos hombres, es hora de mirar hacia adelante y luchar por mejorar nuestra situación: “es momento de decir BASTA”.
Basta de tragarnos nuestros pensamientos por miedo. Basta de tolerar cualquier clase de abuso. Basta de ignorar nuestra verdadera fortaleza. Empecemos por nosotras: si no erradicamos el machismo que cada una lleva dentro primero, ¿con qué autoridad le exigiremos lo mismo a nuestra sociedad?