27 de Noviembre de 2024
 

Empapatadas

ENFOQUE CULTURAL

Por: César David Español Pasos, Adolfo Orea Vite y Salvador Cruz

 

Amigos de Enfoque Cultural el día de hoy nos trasladamos hasta el municipio de Misantla, el cual se encuentra en el estado de Veracruz y es uno de los 212 municipios de la entidad y tiene su ubicación en la región montañosa de la zona centro del estado únicamente para hablar de cierto platillo típico de la región que incluso su realización diera el acceso al famoso reality show Master Chef México en días pasados a Doña Clarita. Estamos hablando de la Empapatada como todo platillo con historia y tradición, tiene muchas versiones que le enriquecen, pero hay una de ellas que el consenso popular marca como la original y que se dice en tiempos antiguos eran un entretiempo de mediodía que lograba aminorar la muy pesada carga del trabajo de los jornaleros, que a manera de almuerzo, consumían para el cansancio mitigar y así con nuevas ganas el trabajo continuar. El primer paso para preparar este delicioso platillo, requiere de tortillas de preferencia con la cosecha del maíz local. Luego se toman las hojas de la papata, ya que obviamente de ahí surge el tan celebre nombre que se le da al platillo posteriormente se colocan en la lumbre unos cuantos segundos, lo suficiente para que su textura suavice y predisponerlas a que una vez que comience la cocción, su esencia logren imprimir en su tan diverso como suculento relleno. Pero entonces aquí viene la bueno… ¿De qué se rellena una empapatada? Se podría preguntar. Algunos prefieren la versión sencilla que incluye seis enchiladas en salsa de chile huevillo verde y seis enfrijoladas, todas ellas gratinadas con queso. Pero los más intrépidos prefieren la versión tradicional, aquella que además de las enchiladas y enfrijoladas, incorpora trozos de cecina y longaniza previamente ahumada y después frita y como colofón a tan completa comida, se ha de colocar como corona de tan sublime creación una tortilla de huevo que se prepara con chile verde y cebolla, la misma que habrá de recibir con su mejor cara al comensal. Una vez que todos los integrantes de su relleno están presentes, se cierran las hojas de la patata, para que con el calor y el vapor, éstas suelten su perfumado sabor y luego, sólo será cosa de magia, pues al remover las hojas que hacen las veces de envoltorio, el comensal encontrará una deliciosa fusión de sabores, que resulta insuficiente tratar de describir. Sin duda alguna Misantla es por donde quiera verse una joya. Ya sea por sus calles que se engarzan con gracia en compañía del misticismo de un pasado que se niega a dejar sus portales y jardines y en su estampa, o por el brillo de las piedras preciosas se hace partícipe en el colorido de su rica e inagotable historia pero comidas como esta se merecen una mención tanto especial como honorífica.


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