28 de Noviembre de 2024
 

MACHU PICCHU

Enfoque cultural

Por: César David Español Pasos, Adolfo Orea Vite y Salvador Cruz

Amigos de Enfoque Cultural seguimos en Perú ubicados a solo unos kilómetros de la bella ciudad turística llamada Cuzco y en esta mágica ocasión estamos en aquella zona que fuese descubierta por el explorador norteamericano Hiram Bingham, gracias a la ayuda del pequeño niño peruano Pablito en un lejano 24 de julio de 1911, estamos justamente en Machu Picchu, mítico lugar considerado al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura como de la ingeniería, perteneciente a la “Lista de Patrimonios de la Humanidad de la Unesco” desde 1983, como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo la denominación de Santuario histórico de Machu Picchu.

El espacio construido en Machu Picchu es de 530 metros de largo por 200 de ancho y tiene al menos 172 recintos. La zona está claramente dividida en dos grandes vertientes: la zona agrícola, formada por conjuntos de terrazas de cultivo, que se encuentra al sur; y la zona urbana, que es, aquella donde vivieron sus habitantes y donde se desarrollaron las principales actividades civiles y religiosas. Entre las principales obras arquitectónicas en el recinto podemos destacar las que conforman el sector agrícola, la casa del guardián, la piedra funeraria, la puerta principal, la cantera, la plaza sagrada, el templo de las tres ventanas, el templo principal, la habitación de los sacerdotes, la cámara de los ornamentos el Intihuatan o reloj solar, la plaza central, la roca sagrada, la casa de las vírgenes del sol, el barrio de los morteros, el templo del cóndor, las fuentes, el templo del sol, la casa de la ñusta, las calles del santuario, el mausoleo real y el palacio real.

La zona arqueológica es accesible, bien desde los caminos post-incaicos que llegan hasta ella, o bien utilizando la carretera Hiram Bingham (que asciende la cuesta del cerro Machu Picchu desde la estación de tren de Puente Ruinas, ubicada al fondo del cañón).

La mencionada carretera, sin embargo, no está integrada a la red nacional de carreteras del Perú. Nace en el pueblo de Aguas Calientes, al que a su vez sólo se puede acceder por ferrocarril (unas tres horas desde Cuzco) o en helicóptero (30 minutos desde Cuzco). La ausencia de una carretera directa al santuario de Machu Picchu es intencional y permite controlar el flujo de visitantes a la zona, que, dado su carácter de reserva nacional, es particularmente sensible al turismo. Ello, sin embargo, no ha impedido el crecimiento desordenado (criticado por las autoridades culturales) de Aguas Calientes, que vive para y por el turismo, pues hay hoteles y restaurantes de diferentes categorías en este lugar.

Y si bien es toda una odisea llegar hasta el recinto, una vez alcanzada la meta sin duda la vista es lo mejor, sumado a la sensación de paz y tranquilidad que brota en el interior y que nos muestra lo enorme que es el mundo a través de un sitio cargado de energía y espiritualidad.


Lo último en el Heraldo

Banner Hotel