Los análisis no son concluyentes en ese aspecto.
El estudio de los dinosaurios data de mediados del S. XIX, desde ese momento, los científicos de diversas épocas se han volcado al estudio de estos grandes reptiles, para discernir todo lo relacionado con su forma de vida y el contexto en que vivieron.
Si bien, han logrado grandes avances en la materia, hay algo que jamás han logrado, diferenciar entre un dinosaurio macho y una hembra.
Según menciona Jordan Mallon, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Canadá; el gran problema que se tiene es que no hay diferencias estructurales reales que ayuden a hacer una diferenciación como tal, a esto hay que sumarle que se trabaja con una raza extinta desde hace millones de años, por lo que los rastros encontrados sólo se prestan para inferencias en ese sentido.
Menciona que es muy probable que fósiles señalados como femeninos, podría tratarse, o bien de machos en etapa de desarrollo, con defectos en su crecimiento, o bien, de otras especies.
Esta afirmación, de ser dada como válida por la comunidad científica, cambiaría varios de los estudios que se tienen acerca de los reptiles.
Con información de Gizmodo.