Aunque resulte angustioso ver esas bolitas de color rojo oscuro aparecer en la toalla sanitaria o en la taza del WC, es normal. ¡Sí, de verdad!
El objetivo de la menstruación es arrojar al exterior la mucosa que recubre el útero (endometrio) cuando no se produce un embarazo. En la mayoría de los casos, el desprendimiento se hace poco a poco, pero hay veces que se produce de golpe dando origen a los coágulos”, explica Jesús Cancelo, doctor del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Guadalajara.
¿Por qué no sucede todos los meses?
Toda la sangre que fluye en el organismo contiene elementos coagulantes, incluso la que viaja del útero hacia la vagina. Sin embargo, hay otros factores que también influyen en la formación de coágulos en la menstruación:
1. Estrés, ansiedad y angustia. Son trastornos emocionales que pueden ocasionar el retraso del periodo de 3 a 8 días, haciendo el sangrando más abundante y con coágulos de mayor tamaño.
2. Problemas alimenticios ( y no solo se trata de anorexia o bulimia). Cambios abruptos de peso también producen alteraciones en los niveles de estrógeno (hormona femenina que regula la ovulación)
3. Hipotiroidismo y ovario poliquístico. Ambas enfermedades pueden causar desequilibrios en este proceso biológico.
La expulsión ocasional de pequeños o grandes coágulos durante la menstruación es normal, siempre que no vengan acompañados de otras afecciones como anemia. Si es así, es importante que se acuda al ginecólogo”, señala Cancelo.
Aunque estos días representan incomodidad y dolor para nosotras, observar los cambios que en él se producen es importante si queremos tener buena salud. ¡Cuidemos de nosotras mismas!