La psicóloga, Laura Reyes señaló que dependiendo a la etapa que viven los hijos las madres deben ser un tipo de mamá distinta, comentó que este cambio se daría aproximadamente cada siete años.
“Los siete primeros años de vida de un niño de una niña son fundamentales, entonces quien decide ser mamá debería considerar ese punto cuanto tiempo tengo para dedicarle a ese nuevo ser para darle lo mejor de mí”.
“Tengo que tener tiempo y tengo que querer dedicarle ese tiempo a ese niño para ayudarle a conformar los primeros siete años de vida su personalidad y de los siete a aproximadamente los 14 años es una segunda etapa fundamental en la vida de un ser humano (…) diríamos que en esa segunda etapa es otro tipo de mamá, es decir, aproximadamente cada siete años tendría que ser un tipo distinto de mamá”.
“En la primera etapa de los cero a los siete diríamos que es compromiso total, es decir crear en ese niño o niña la conciencia de cómo debe comportarse, en esa etapa se establecen las reglas, los limites, y las consecuencias”.
“En la segunda etapa de los siete a los 14 años el tipo de mama seria participar con él en actividades de forma muy cercana (…) para que su hijo vaya teniendo una relación con ella”.
“En el momento que el niño o niña entra aproximadamente a la pubertad entre los 10 y 11 años mamá tiene que cambiar la estrategia y acercarse de una forma distinta al niño”.
“De los 14 a los 21 mamá tiene que ser una especie de compinche o cómplice, sin perder de vista las reglas”.
“De los 21 a los 28 años ya la madre de familia se puede desentender bastante en el sentido de que ya pudiera ser una especie de amiga, confidente y también respetuosa de los espacios de su hijo”.
Señaló que ser madres es mucho más que tener un hijo, “el término mamá es un término muy amplio (…) ser mamá implica renunciar muchas veces a cosas personales para poder darle a ese hijo sobre todo desde que nace hasta aproximadamente una primera etapa”.
