Enfoque cultural
Dice un antiguo dicho hacia el caminante que al viajar debes comer, beber y nada más te debe de importar, situación que en parte tiene algo de razón, pero no del todo, a un así el día de hoy nuestra caminata en Perú nos llevó a un lugar muy peculiar el Restaurante Pizzeria T “OQOKACHI cuyo nombre significa en español “Lugar con Sazón” o “Lugar de sal”, si es que nuestra traducción es al Quechua (Dialecto Peruano) el cual se encuentra en la linda provincia de Cuzco, a pocos pasos de la plaza de San Blas, donde la comida italiana y mexicana son las protagonistas de este pequeño rinconcito acogedor con buena comida casera, dicho sitio es atendido por su dueño el Contador y Maestro en Economía, Gestión Pública y Desarrollo Regional el Licenciado Eduardo Gamarra Aguilar, una persona muy alegre que te transmite la vibra de un gran ser humano Peruano y que te hace sentir como en casa, culto y muy preparado en lo que refiere a su cultura logra que degustar los alimentos en este sitio se vuelva un tiempo, en donde tu comida se transforma en un deleite de historia y antropología ya que si te animas a charlar con dicho propietario este te dará una cátedra de tradiciones y costumbres del país, aunado a que las personas que trabajan con él también están sumamente preparadas como el caso de los jóvenes Jhon Champi y Gerson Borda, los cuales se preparan hoy en día para ser guías de turista lo cual es una suma para esta pasión que todos en conjunto comparten y que es la cocina. Si a lo anterior le sumamos un ambiente adornado con cuadros que poseen postales de trajes típicos, así como una iluminación otorgada por veladoras y una luz tenue, sin duda el ambiente en conjunto forma una gran perfección. Si bien estar en Cuzco en Perú es como estar en un sueño o alguna pincelada obra de arte colorida por el Creador, sin duda T “OQOKACHI es ideal para turistas de tierras lejanas que en algún momento de nuestro viaje comenzamos a extrañar el calor de hogar, pues aquí encontramos un espacio agradable e íntimo que los hace sentir como en el comedor de nuestra propia casa.