Devoción total para el padre Jesús de Jalacingo
Por César David Español Pasos
“Yo te perdono, Dios te perdona y ahora nos toca a todos perdonarte, bienvenido nuevamente a la sociedad” con estas palabras el Párroco de la Iglesia de Jalacingo (se encuentra ubicado en la zona centro del estado de Veracruz en la región llamada de la Capital, en los límites con el estado de Puebla) dio el antes y marcó el después para dar comienzo a una de las tradiciones más bellas y llenas de fe que tiene nuestro Estado, la festividad para el Padre Jesús de Jalacingo, (cabe destacar que los festejos son a partir del día 4 hasta el 30 de agosto pero el día 6 es considerado más fuerte de esta festividad) mediante el acto que motiva a propios y extraños por su mensaje de perdón y paz, dicho acto se trata ni más ni menos que de la liberación de un preso del Cerezo (Cárcel) de Jalacingo, acto que como su nombre lo dice consiste en que al inicio de la procesión de la figura del Padre Jesús como primer punto se tenga como parada el Centro de Readaptación Social de Jalacingo y justo ahí, se lleve a cabo la liberación de dicha persona, lo cual como es de suponer brinda a todos los que acompañan la procesión un ambiente de paz, hermandad y de igual manera de perdón.
Este acto de amor, paz y perdón brinda la oportunidad para que el ex convicto recién liberado pueda caminar a un lado del padre Jesús por las calles de Jalacingo las cuales se encuentran adornadas por enormes y coloridos tapetes realizados por familias y grupos de amigos con diseños hermosos a la vista, los cuales son una manera de honrar y agradecer los milagros de tan emblemática figura por parte de los fieles devotos, las danzas, los mariachis y las bandas de viento también otorgan lo mejor de sí para generar un ambiente que envuelve todavía más a las personas que con toda devoción acompañan al Santo.
Tal y como lo habíamos dicho en entregas anteriores, toda esta festividad se convierte en un momento en que la fe rebasa los límites de la imaginación y Jalacingo nos da una muestra de humildad y sencillez al dar lo mejor de sí en una fiesta que comparten todos los habitantes de corazón para el padre Jesús y si bien en festividades como la de Huamantla, Tlaxcala, Xico y Veracruz, podemos encontrar alfombras decorativas, los simbolismos de esta fiesta la convierten en algo único lo cual es motivo para sumarle importancia, especialmente por el número de visitantes que año con año reúne.
Como toda festividad santa, la veneración al Padre Jesús se debe a los milagros que ha realizado hacia sus fieles, los cuales en agradecimiento le visitan, engalanan y acompañan año con año. Al respecto, citaremos algunos renglones de un portal web el cual a su vez emplea fragmentos de un texto escrito por Ruth Vargas, quien cuenta por medio de la anécdota de un señor de nombre Rufino que el Padre Jesús estaba destinado a ser santo de otro pueblo y no de Jalacingo.
“Hace mucho tiempo, cuando no había coches ni camiones y solo había caballos, cuerdas y madera para transportar cosas de un lugar a otro, la imagen que viste en la iglesia, la que representa al padre Jesús, había sido hecha para ser el santo de otro pueblo, no de Jalacingo. Así que había que transportarlo del pueblo donde habían hecho la imagen hasta la iglesia en la que estaría. Pero como los viajes en ese tiempo llevaban días, los viajantes dormían en los pueblitos que se iban encontrando en el camino. Uno de esos pueblos fue Jalacingo. Aquí llegó el padre Jesús de pasada y no sé qué vio en este pueblo, pero aquí decidió quedarse. Al otro día de su arribo se vino una tormenta horrible, llovía a cántaros, así que no pudieron continuar el viaje. Pasó así una semana, los viajantes creían que nunca se quitaría la lluvia y comenzaron a creer que tendrían que dejar aquí la imagen del padre Jesús. Hasta que, al otro día, salió el sol. Comenzaron el camino, pero algo sucedió que los hizo regresar a Jalacingo. Descansaron un día más; a la mañana siguiente continuarían el viaje. Amaneció, pero al intentar cargar la imagen, ésta se puso tan pesada que incluso con cinco personas fue imposible cargarla. Durmieron otra vez aquí; al otro día junto a la estatua del padre Jesús apareció una nota escrita por él mismo que decía que quería permanecer aquí, en Jalacingo. Así que como no podían ir en contra de sus deseos, el padre Jesús se quedó aquí en el pueblo y desde ese momento cada milagro que se le pide, si es merecido, lo cumple”.
Puede que la historia de Don Rufino se halla distorsionado con el tiempo, pero varios habitantes del pueblo parafrasean dicha historia con pequeñas variantes manteniendo la idea central, por lo tanto, quizá entre toda esa anécdota haya mucha realidad.
Sin duda alguna esta tradición es digna de vivirse por la devoción de las personas hacia el santo sumado a la complejidad y hermosura de los tapetes que en su honor se crean, ya que algunos son más elaborados, o tienen patrones y diseños más complejos que otros (esto ocurre porque los vecinos de cada cuadra se ponen de acuerdo en cuanto a las características del tapate; se reparten las tareas y ponen manos a la obra, nadie sabe el diseño que hará otra familia ni siquiera el párroco de la iglesia) con el único objetivo de que el Padre Jesús y sus feligreses caminen sobre de él, por si eso no fuera suficiente, también es posible llevarse las macetas y demás aditamentos que adornan los contornos de las alfombras.
Tal y como se los dijimos hace un año si ustedes amigos algún día tienen la oportunidad de visitar este lugar tan mágico y ser parte de esta fiesta sin duda alguna Jalacingo les mostrará que la devoción a un santo también nos nutre como seres humanos.