Cuando habla la luz
Por César David Español Pasos
Amigos de Martínez de la Torre y sus alrededores, en días pasados visitamos la Ciudad de México, la cual entre sus múltiples rincones cuenta con decenas de espacios para mostrar diversas muestras artísticas, fue gracias a los azares del destino que pudimos presenciar la exposición “Cuando habla la luz” de la autoría de Graciela Iturbide, la cual pertenece a la serie de exposiciones, publicaciones y concursos relacionados con la fotografía que el “Fomento Cultural Banamex” ha venido realizando desde hace dos lustros, una institución que busca crear un gusto y lograr que el público se acerque a múltiples expresiones artísticas.
Para nuestra suerte el día en que asistimos a parte de sus instalaciones pudimos contemplar esta obra de una de las más destacadas figuras de la fotografía en México como Graciela Iturbide, pero quizá llegados a este punto para apreciar mejor su obra sea preciso saber que Graciela nació en la Ciudad de México un 16 de mayo de 1942, y desde muy joven se interesó por las artes, atraída en su momento por la literatura, el cine y justo a principios de los años setenta por la fotografía.
Es precisamente la misma Graciela quien considera que su imagen titulada Zihuatanejo, Guerrero, México con fecha de 1972, es su primera obra oficial e incluso en su momento el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo intuyó el potencial de la artista y la eligió como su asistente.
Para degustación visual del público en general que asiste a presenciar esta obra, dicha exposición hace un recorrido por el quehacer de Graciela Iturbide desde el año de 1972 hasta el 2017, 45 años de trabajo que se reúnen no con el carácter de muestra retrospectiva, sino con la idea de presentar los temas que le interesaron a lo largo de su trayectoria, por medio de 20 módulos el corte retratístico forma el eje central de la exposición hasta llegar a una serie de imágenes en las que la creadora centra su particular interés por la geometría estructural de los temas que aborda.
Sumado a todo lo anterior, el centro de exhibición se integra por un apartado que congrega las obras iconográficas que le han valido fama mundial, la muestra cierra con un tópico que la distingue y ha logrado posicionar como propio: las aves.
Cabe destacar que Graciela Iturbide se hizo acreedora en 2008 del premio Internacional de la Fundación Hasselblad, considerado el más importante en el ramo de la fotografía y que su trabajo ha sido publicado en más de una veintena de foto libros, el primero de ellos titulado Avándano, de la editorial Diógenes, sus obras se han presentado en los museos más importantes del mundo (1982 el Pompidou de París y en 1990 en el Museo de Arte Moderno de San Francisco), entre muchos otros lugares de renombre.