¡Viva México y que viva Martínez!
Por César David Español Pasos
Amigos de Enfoque Cultural, el pasado 15 de septiembre Martínez de la Torre llevó a cabo una noche más del tradicional "Grito de Independencia de México", acto solemne que en esta ocasión particularmente en nuestro municipio destacó por la participación del Centro Cultural Xochipitzahuatl mejor conocido como CCX, el cual por medio de sus talleres de danza presentó parte del programa “Danzas de México” el cual incluyó la danza de la Pluma y la Flor de piña ambas de Oaxaca, la danza de Parachicos del bello estado de Chiapas, danza de Quetzales de Puebla y la danza de Pájaros de Tabasco.
Por otro lado, la Rondalla Colibrí del Centro Cultural Xochipitzahuatl también engalanó la noche al interpretar los temas: “En mi tierra veracruzana, Cielo rojo y Cascabel” y mostrar el trabajo en solitario de Meli Marcela Pérez Villa, Karlos Oswaldo Pérez Juárez, Víctor Hugo Pérez Villa, Shayla Yadian Francisco Herrera y Luz Adela Lunagómez Arcos al cantar los temas Me nace del corazón, En peligro de extinción, Aires del Mayab y Cucurrucucú paloma, respectivamente.
Las jornadas de ensayo previas a estas puestas en escena fueron extenuantes y desde aquí felicitamos el trabajo logrado por los alumnos del CCX y los profesores Javier Arzate Concha, Alfredo de Jesús González Juárez, Juan Carlos García Aquino e Inti Abimael Carrera García en coordinación con el profesor Leopoldo García para lograr tan espectaculares montajes artísticos.
Esta fue sin duda una noche mágica sin duda alguna pero que tiene muchísima historia de trasfondo y de manera sencilla trataremos de remembrar en este su humilde espacio por qué se efectúa este tradicional festejo año con año.
Recordemos que el cura Hidalgo realmente dio el grito de independencia aproximadamente a las 5 de la madrugada del 16 de septiembre de 1810 en un acto que como muchos es sabido sonaba como el llamado a misa, tras acudir al llamado el cura exclamó para ellos las siguientes palabras con voz alta y segura ¡Mexicanos, viva México!, ¡"Viva la Virgen de Guadalupe"!, ¡Viva Fernando VII! y ¡Muera el mal gobierno!
Algunas personas e historiadores dicen que se festeja el 15 y no el 16 de septiembre porque el ex presidente de México Don Porfirio Díaz, basándose en la hora de la campanada (algunos afirman que fue entre las 2 y las 3 de la madrugada), decidió ajustar la fiesta para que esta fuera en la noche del 15, que era día de su cumpleaños, y no el 16, sin embargo, este mito como la mayoría de mitos o historias que existen podría tener un poco de nula lógica, pues la celebración del 15 ya se hacía desde 1840, cuando Porfirio Díaz apenas tenía solamente 10 años ya que él nació un 15 de septiembre de 1830.
Basándonos un poco en la historia por medio de diversas fuentes escritas podemos darnos cuenta que; la primera ceremonia del grito se dio cuando todavía se peleaba la guerra de independencia y este hecho sucedió el 16 de septiembre de 1812 cuando el general Ignacio López Rayón recreó la escena del Cura Hidalgo en Huichapan, Hidalgo acto que registró en su Diario de operaciones militares.
De hecho, al respecto, Rayón anotó: "Día 16.- Con una descarga de artillería y vuelta general de esquilas, comienza a solemnizarse en el alba de este día el glorioso recuerdo del grito de libertad dado hace dos años en la Congregación de Dolores, por los ilustres héroes y señores serenísimos Hidalgo y Allende..."
Tan solo un año después, en 1813, Don José María Morelos y Pavón incluyó el punto 23, en el documento “Sentimientos de la Nación”, donde solicita la conmemoración del 16 de septiembre.
Como dato curioso, México es el único país que festeja su independencia el día de inicio (16 de septiembre) y no el día de culminación (27 de septiembre, 11 años después).
De hecho, pocos saben que en los años posteriores a 1821, el año en que finalmente se alcanzó la independencia, la celebración, los festejos y todo eso que tanto nos gusta a los mexicanos, tenían lugar también en septiembre, pero no el 15 ni el 16 sino el 27, ¿Por qué? Muy sencillo; en razón de que, en el ánimo popular, después de más de una década de turbulencia y desasosiego, quedó más grabada la fecha “27 de septiembre de 1821” en que todo terminó y no el mes y día, tal vez para entonces ya más alejados de la memoria popular, en la que el movimiento dio inicio.
Durante muchos años pues, la independencia nacional se conmemoró el 27 de septiembre. Pero luego, todavía en el siglo XIX, las efemérides se movieron y se tomó como referencia histórica ya no la fecha de terminación sino la del comienzo del movimiento, porque se consideró más importante el valor del comienzo que la alegría del fin.
Tiempo después a Porfirio Díaz ya como presidente le pareció lo más natural ligar su nombre a la fecha patria más relevante y con esa idea ligó el día de su santo y cumpleaños con los festejos del grito de independencia, para que todo el país le festejara bajo ese pretexto.
Algún historiador ha sugerido por ahí que el cambio en el calendario patrio, que incluyó también la jornada del día 15 de septiembre como parte de las efemérides de independencia, no obedeció al propósito de adular a Don Porfirio o auto elogiarse, sino para que el 16 de septiembre no interfiriera al coincidir con la fecha de inicio de uno de los periodos de sesiones del Congreso, que la constitución establecía fuera precisamente el 16 de septiembre.
Es importante recordar que la fecha inicialmente escogida por los insurgentes para empezar el levantamiento no era el domingo 16 de septiembre de 1810, de hecho, se planeó para que tuviera lugar el 1 de octubre de ese año, según lo indica José Ma. Luis Mora en su libro “México y sus revoluciones”, publicado en 1836; y el 1 de noviembre, de acuerdo a la versión de Fray Servando Teresa de Mier, lo que sucedió fue que, al ser descubierta la conspiración, los acontecimientos tuvieron que precipitarse.
Sin duda algunos amables lectores de este su “Enfoque Cultural”, conocer gran parte de nuestra historia es vital y es muy importante para valorar más cada que se suscitan fechas tan importantes para ser celebradas y por lo menos este año en nuestro bello municipio tuvimos un acto ceremonial acompañado de eso que a muchos nos gusta, música y danza, pero sobre todo un ambiente familiar para convivir sanamente.
