A 30 años de la muerte del piloto brasileño, el recuerdo de su mirada y su conexión con lo divino permanece
Agencias
México
Los ojos de los pilotos apenas se perciben entre el casco y el auto. En Ayrton Senna se asomaba algo más que la mirada: la concentración y su conexión con lo divino, con un toque de tristeza, así lo recordaron excolaboradores y testigos, a 30 años de su muerte.
“La gente me decía que su mirada era un poco triste, pero era un tipo que se concentraba tanto. Nunca había visto una persona que se metiera así en su profesión. Parecía melancólico”, compartió a El Heraldo de México, Jo Ramírez, excoordinador en McLaren del tricampeón del mundo.
Sin embargo, la personalidad del sudamericano contrastaba con esa nostalgia: “tenía mucha carisma y electricidad”, agregó, recordando ese huracán que arrollaba con la mirada neutra y penetrante, al exterior y el interior.
Yolanda Uquillas, quien fuera su pit marshall durante siete años en el GP de México, definió: “Era una mirada de paz, hacia adentro, para concentrarse y darle su magia a la gente. Arriba del coche no estaba en este mundo, platicaba un ratito con Dios, tenía línea directa con él”.
Jo Ramírez coincidió que, en esa introspección, el brasileño conectaba con lo divino: “Antes de la carrera leía la biblia, era muy religioso y en ese momento nadie lo molestaba. Al terminar, se cambiaba y se sentaba en el suelo para salir de ese trance”.
En el libro La última noche de Ayrton Senna, el periodista Giorgio Terruzzi describió esa conexión “privilegiada”, y refirió que, como una premonición, no quería correr el GP de San Marino (1994), en el que murió, según le expresó a su entonces pareja Adriane Galisteu, 12 años más joven que él.
Horas antes, tras los accidentes de Rubens Barrichello y el que le quitó la vida al austriaco Roland Ratzenberger, el brasileño dijo: “La Fórmula 1 no volverá a ser la misma después de este fin de semana”. Y así fue.
El médico Sid Watkins contó en su libro Life at the Limit: Triumph and Tragedy in Formula One, el momento en que atendió al brasileño después del accidente: “Suspiró profundo. Tenía la cara tranquila. Parecía dormido. Noté una sensación extraña, como si su alma abandonara”.
Los ojos tristes de Senna se apagaron poco antes de las 18:40 horas, cuando se certificó su muerte, contagiando de ese sentimiento al automovilismo, todavía, a 30 años de su partida.
Números y bullets
- 34 años tenía Ayrton Senna cuando murió.
- 161 GPs de F1 corrió Senna en 11 temporadas.
- 65 poles, 80 podios y 41 victorias.
- 1988, 1990 y 1991, años en que se coronó campeón de F1.
- 6 años trabajó Jo Ramírez con Ayrton Senna en McLaren.
- Jo Ramirez fue mediador en la rivalidad entre Senna y Prost.
- La serie Senna se estrena en Netflix a finales de 2024.
- Actualmente está el documental Senna: Sin miedo. Sin límites. Sin igual, de Asif Kapadia (2010).
- Senna, último piloto americano en ganar el GP de México.
- El ingeniero Adrian Newey se declaró “responsable no culpable” del accidente.
La causa de muerte de Senna
Traumatismos múltiples en la base del cráneo, una ruptura de la arteria temporal y hundimiento frontal que le produjo una hemorragia interna.
Nota tomada del Heraldo de México