Agencias
Esto
Juan Villoro, con su pluma genial, escribió alguna vez que los sueños duran hasta que chocan de frente con la realidad, y en el futbol la realidad suele llamarse Alemania. La variabilidad del juego, sin embargo, permite que el nombre del verdugo vaya cambiando de acuerdo con los tiempos. En la actualidad, por ejemplo, pocos conjuntos acuñan el concepto como el París Saint-Germain, un equipo tan onírico como real. Dicho de otro modo, los sueños del Inter Miami y Lionel Messi terminaron de manera abrupta al caer con un estrepitoso 4-0 ante el conjunto francés, en los octavos de final del Mundial de Clubes.
Messi fracasa con el Inter Miami en otra competencia internacional
La previa del encuentro planteaba la necesidad de un milagro para que el Inter Miami saliera victorioso de la prueba ante el campeón de Europa. En realidad, el único argumento para pensar en una eventual sorpresa radicaba en la presencia de Lionel Messi, como si el futbolista argentino fuera capaz de inventarse un último acto de magia para alargar su presencia en el Mundial de Clubes, casi con toda certeza el último de su carrera.
El mejor jugador de todos los tiempos, el dueño de ocho Balones de Oro volvió a desaparecer.
El París Saint- Germain, sin embargo, muy pronto le dio al encuentro un tono de despedida. Messi deambulaba en el mediocampo sin poder tomar una sola pelota. Entre tanto, el PSG era capaz de generar peligro con su pura velocidad, desbordes vertiginosos de Kvaratskhelia y Doué.
Las claves del equipo de Luis Enrique son complejas. El PSG es capaz de dominar el juego sin renunciar a las variantes. Después de varios avisos, el gol que abrió el camino llegó en la pelota parada, un centro a segundo palo que encontró a Neves y su remate de palomita. Con la ventaja apenas al minuto 6, el cuadro francés dominó a placer el trámite del encuentro e impulsado por su instancia construyó la goleada, ya en la recta final de la primera mitad.
PSG golea al Inter Miami en el Mundial de Clubes
El Inter Miami había resistido momentos críticos, hasta que el mundo se le vino encima. Al minuto 39, una vez más Neves apareció dentro del área para rematar con el marco vacío. El tanto desmoralizó a una defensa de por sí superada y al 44 un autogol de Avilés colocó el tercero en el marcador. Todavía Hakimi marcó el cuarto al minuto 48, en la culminación del desastre.
La cómoda ventaja hizo que el PSG bajara las revoluciones y el complemento descubrió a un Messi mucho más activo. El argentino comenzó a combinarse con sus compañeros y generó cierto peligro, con al menos dos llegadas que terminaron en las manos de Donnarumma. Ni siquiera un tiro libre en la frontal del área pudo romper el cero y permitirle despedirse del torneo con la dicha de un gol.
El PSG dedicó la segunda mitad a darle descanso a algunas de sus figuras y a poner en ritmo a jugadores que no han tenido minutos, entre ellos Dembélé, quien hizo su debut en el Mundial de Clubes justo cuando más importa. El francés tendrá tres partidos más para pelear por el título y engrosar su candidatura al Balón de Oro.