El tramo brasileño del relevo de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se puso en marcha cuando la voleibolista Fabiana Claudino corrió el primer tramo después que la antorcha fue encendida por la presidenta Dilma Rousseff.
“Brasil está listo para organizar los Juegos Olímpicos más exitosos de la historia”, declaró Rousseff para inaugurar el relevo de tres meses alrededor del país.
Rousseff podría ser suspendida de su cargo la próxima semana mientras el Senado del país realiza un juicio político en su contra, lo que significa que el vicepresidente Michel Temer probablemente sea el mandatario cuando los Juegos comiencen el 5 de agosto en el estadio Maracaná.
La llama olímpica llegó en una lámpara en un vuelo desde Suiza unas horas antes y fue llevada al palacio presidencial.
Unas 12 mil personas participarán en el relevo por Brasil, que cubrirá 329 ciudades. Los organizadores brasileños esperan que ayude a entusiasmar a la población con los Juegos, justo cuando la ciudadanía está descontenta por la peor recesión en décadas, escándalos de corrupción y el brote del virus del zika.
Rousseff habló durante unos 20 minutos, y prometió que Río estará listo para la justa, con todas sus sedes construidas y la máxima seguridad.
“Brasil ya está completamente listo para proteger a los atletas, el personal técnico, los jefes de las delegaciones, turistas y periodistas, a todos nuestros visitantes”, afirmó la mandataria.
El país coordina con agencias de seguridad “que tienen experiencia con terrorismo”.
“La antorcha será recibida con entusiasmo en todas las ciudades de nuestro inmenso Brasil”, indicó. “La llama iluminará a un país hospitalario y responsable”.
Expertos en seguridad anticipan manifestaciones durante el relevo, y ayer unos cuantos cientos de manifestantes se congregaron en la ruta del relevo, que estaba custodiada por la policía.