¿Quién necesita un presidente en el país sede de los Juegos Olímpicos? Al parecer ni el Comité Olímpico Internacional (COI) ni los organizadores locales.
En un intento por dar un giro positivo a una situación política cada vez peor, el líder del COI y el vocero del comité organizador argumentaron que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro no se verán afectados por el juicio político que provocó la suspensión de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.
Mario Andrada, portavoz del comité organizador de Río, fue más allá: según él, el juicio político que el Senado brasileño aprobó en la madrugada del jueves, y que inhabilitó a Rousseff por hasta 180 días, podría ser positivo para los Juegos que comienzan en menos de tres meses.
“Los Juegos se beneficiarán tremendamente ahora que ha avanzado la situación política”, dijo, al hablar sobre las consecuencias de un juicio político que apenas comienza y que podría terminar con la destitución de Rousseff.
“Hemos llegado lejos con los Juegos a pesar de una situación política muy complicada”, agregó. “Ahora que la situación política se aclaró, podemos concentrarnos sólo en una cosa”.
El vicepresidente Michel Temer asumió el jueves las funciones de presidente interino, y probablemente sea el jefe de estado en funciones cuando los Juegos sean inaugurados el 5 de agosto en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El presidente del COI, Thomas Bach, destacó que las obras para los Juegos están prácticamente listas, y afirmó que los toques finales no se verán afectados por la suspensión de Rousseff.
“Esta situación afecta mucho menos que en otras etapas de la preparación”, dijo Bach. “Hay un gran respaldo a los Juegos Olímpicos en Brasil.