AGENCIA
Ante los diversos rumores que apuntan a una posible vuelta temprana del futbol en México, Miguel Layún, jugador de experiencia de los Rayados del Monterrey, aseguró que no está de acuerdo si se llega a tomar la medida, porque, al salir, sería un riesgo latente de contagio para su familia, la cual sigue todas las recomendaciones del sector salud al pie de la letra.
«No soy partidario de jugar tal y como están las cosas actualmente porque, aunque esté controlada la curva (epidémica), todavía el riesgo es alto. De nada sirve haberme cuidado 40 días si después voy a salir a jugar un fin de semana y voy a exponer a mi familia«, comentó Layún.
El lateral que militó por el futbol europeo dejó claro que lo primero es su familia, por lo que no tendrían ningún sentido haber estado encerrado dos meses si los futbolistas serán los primeros en salir y entrar todos los días.
«En casa hacemos la cuarentena, nadie sale.. Hay bastante gente que todavía piensa que es cachondeo. Soy un chef de alto nivel. Me van a dar una estrella Michelin. Me sale muy bien el cereal con leche, las quesadillas… nada que incluya un sartén”, bromeó. “Con los niños no me da tiempo (de jugar videojuegos). Cuando puedo me tomo un rato, pero no ha sido tan sencillo. Cuando duermen los niños, sobre las nueve de la noche intento encontrar un rato», platicó Miguel.
PUDO SER ÁGUILA
Layún también confesó que su vuelta a Monterrey se dio en el momento adecuado, sobretodo por lo que ya ganó y le tocó vivir. Sin embargo, la Lazio pudo entrometerse en el proceso y casi tira todo, porque buscaba el préstamo de Miguel, aunque este nunca se dio.
«Volver a México no fue sencillo porque apareció la Lazio, que quería una cesión, e hizo tambalear mi vuelta. Pero era lo mejor para mi familia y en lo deportivo iba a un club que aspira siempre a ganar y que quería ganar la Concachampions para ir al Mundial de Clubes. Era lo que necesitaba y no me puedo arrepentir. Una final de Concacaf ganada, una liga… Y en ese periodo me detectan el cáncer. Ese si fue mi mayor logro y mi mejor partido», aclaró Miguel.
Sufrir y superar el cáncer cambió de forma radical el cómo ve la vida. Layún expresó que el ritmo de vida que llevamos no es el mejor, porque se le da valor a cosas insignificantes y materiales, no a los pequeños detalles.
«Hoy en día vivimos una situación más global. Cuando me dan la noticia valoras un poco más ciertas cosas que antes no le debas el debido valor. Hoy en día vivimos a un ritmo de vida que no lo veo sano, la sociedad te lleva a darle importancia a cosas que no las tienen. Si tienes buen coche, buena casa, una buena joya. Cosas materiales que no tienen sentido y te das cuenta de que solo son eso, materiales. Gustos que están perfectos quererlos dar, pero son innecesarios. Hay que darle valor a otras cosas, disfrutar de la familia, el quedarme acostado en el pasto húmedo al terminar un entrenamiento, cosas que antes no les daba el valor suficiente», culminó para As.