30 de Noviembre de 2024
 

Sobreexplotación de constructura “seca” cascada

 

  • En los últimos meses, el problema de estiaje se ha recrudecido en el cuerpo de agua localizado en Emiliano Zapata a causa de la extracción ilegal.

 

Juan David Castilla

Xalapa, Ver.- La cascada Salto Grande en la localidad Chavarrillo, municipio de Emiliano Zapata, ha comenzado a secarse durante esta temporada de estiaje.

La pérdida de agua comenzó a observarse en los últimos días, situación que alarmó a los pobladores y ejidatarios de esta zona cercana a la ciudad de Xalapa.

El pueblo está ubicado a unos 15 kilómetros de la capital del estado y es conocido por su importante producción de limón.

Cada año ha sido notoria la pérdida del cuerpo de agua durante la época de sequía; sin embargo, en esta ocasión, el problema se ha recrudecido.

Después de un recorrido a pie, de aproximadamente un kilómetro, sobre un camino de terracería y entre los cultivos de limón, se observa un desfiladero.

Se trata de una altura, de unos 100 metros. Desde este punto, se mira un pequeño “chorro” de agua, que es lo que queda de la cascada.

“Para empezar la sequía. Estamos viviendo los calores. Ha bajado mucho el nivel del agua. Hay una inconformidad en el pueblo”, expresan los pobladores.

Esta caída de agua también es conocida como la “cascada de Colorado”, debido a el señor Manuel Colorado y su hijo Samuel fueron arrastrados por la “creciente” y murieron en el año 1935.

En la zona de Chavarrillo también están las cascadas “Salto de Pancho” y “Pescado de oro”, cuyo cauce también ha disminuido.

“Estos lugares son un atractivo. Era un arroyo rico en pesca había carpa, anguila, langostinos, mucha especie de pescado, pero ya casi nadie le entra”, enfatizan.

 

EXTRACCIÓN ILEGAL

 

La gente denuncia que pipas de empresas constructoras están extrayendo de manera ilegal el agua del arroyo, misma que está concesionada para “riego de auxilio”.

Las personas estiman que las pipas están llevándose hasta 300 mil litros diarios de agua, lo que ha ocasionado una disminución significativa en el cauce del afluente.

De acuerdo con Valerio Arauz Ruiz, ejidatario de Chavarrillo, la empresa Casas Carpín está utilizando dicha agua para la construcción de algunos fraccionamientos en la zona conurbada.

Por tal motivo, la gente se organizó para realizar guardias y vigilar diariamente la zona del arroyo, toda vez que el agua se requiere principalmente para el riego de los cultivos de limón.

Cuatro hombres resguardan el sitio en turnos de cada 24 horas, sobre todo donde han sido observadas con frecuencia las pipas.

Incluso, a la orilla de un puente, colocaron pancartas para advertir que está prohibido extraer el agua con pipas.

“Queda estrictamente prohibido tomar agua con pipas. Atentamente Unidad de Riego Chavarrillo”, se lee en el mensaje.

Arauz Ruiz destaca que son aproximadamente 50 personas las que están concesionadas para utilizar el sistema de “riego de auxilio”.

“La inquietud que tenemos en el pueblo es la baja en el caudal del arroyo. Somos una organización de campesinos que gestionamos eso hace 25 o 30 años y nos dieron la concesión para riegos de auxilio”, añade.

En la zona también han predominado temperaturas superiores a los 30 grados centígrados y el agua ha comenzado a escasear en toda la zona.

 

RIEGO EN CULTIVOS

 

Lo ideal es regar los cultivos cada 20 días para garantizar la supervivencia de la producción de limón en la comunidad Chavarrillo.

De acuerdo con Víctor Manuel Ruiz Conde, productor y jornalero, durante esta temporada de estiaje se complica el riego en las parcelas.

“Uno tiende a echarle agua a los árboles, pero el agua escasea, los calores están muy tremendos, los árboles necesitan ser regados más seguido para que no se sequen”, comenta.

Los jornaleros ocupan bombas de agua para extraer el agua del arroyo y trasladarla a zonas altas; sin embargo, algunos de ellos carecen de dicha herramienta por falta de recursos económicos.

“Si el compañero tiene su parcela en una pendiente ve la forma de conseguir un aparato, una bomba, para subir el agua, gracias al río es que las plantas se siguen conservando”, afirma.

Se espera que haya lluvias importantes hasta junio próximo en la zona, mientras tanto, los campesinos buscan la manera que de los árboles sobrevivan a la severa sequía.

“El riego, con esta sequía que tenemos, se realiza cada 15 o 20 días, teniendo los medios, pero si no tienes que sacrificar a que la parcela se marchite más porque así es esto, los costos para regar son muchos”.

Las bombas de agua funcionan con combustible, cuyo costo es elevado y los jornaleros no pueden cubrir.