Redacción
Carta a la redacción:
Por este comunicado y en mi calidad de madre de Columba Campillo González, insto a la sensibilidad de la sociedad Veracruzana, a que por solidaridad al dolor que nos embarga como familia de mi amada hija, así como en respeto a su memoria, mantengan su deceso ajeno al tema de los muchachos que han sido identificados como “el caso Porkys de Costa de Oro”, quienes no se encuentran vinculados de ninguna forma con su partida. En efecto, el hecho que propició el peor suceso que una madre puede experimentar –como lo es la pérdida de mi pequeña- fue objeto de una investigación que ha colocado a los responsables de su muerte en reclusión, donde se encuentran en prisión por su proceder; a pesar de ello, diferentes grupos o medios de comunicación, sin escrúpulos sobre el impacto que una afirmación así conlleva, solo han propiciado que este enorme dolor sea incrementado por conducto, principalmente, de las redes sociales y todo tipo de falsas versiones que incluyen fotografías de mi hija al lado de la de los citados jóvenes. Recordemos el enorme daño que las palabras sin una verdad que nos conste puede causar a las familias, en especial a la mía, toda vez que el proceso en contra de los verdaderos responsables aún se encuentra en curso y esto podría ser utilizado para distorsionar la verdad. En esa medida, es que deslindo a Jorge Cotaita Cabrales, Diego Cruz Alonso, Gerardo Rodríguez Acosta y Enrique Capitaine Marín, contra quienes no tengo opinión alguna ni a favor ni en contra, pero que por ser totalmente extraños a Columba no deben ser asociados con ella; motivo por el que pido encarecidamente omitan compartir en las redes sociales cualquier noticia o fotografía relativa a Columba; les ruego nos comprendan y propicien -con su prudente proceder- a que descanse en paz, a que su nombre no se utilice como estandarte de grupos con intereses particulares, económicos o políticos y, a que conservemos nuestro mejor recuerdo por su efímero pero imborrable paso por este mundo. Desde lo más profundo de mi ser y con la esperanza de ser escuchada. Gracias.
PALOMA GONZÁLEZ MÁRQUEZ
