Coatzacoalcos, Ver.- Habitantes de La Villa de Allende solicitan el apoyo de las autoridades, y del DIF local, para que se de atención prioritaria a las tres menores de edad que quedaron en la orfandad tras la muerte de una mujer el viernes pasado por los actos de rapiña en la bodega Aurrera incendiada.
La señora María González Cervantes perdió la vida el viernes en la noche a consecuencia de lesiones que tuvo cuando fue pisoteada por una turba que saqueaba al tienda mencionada, cuando fue trasladada a una clínica, su cuadro de salud se complico y tuvo un paro respiratorio que la mató.
Los estudios del forense determinaron que tuvo varios golpes en el cuerpo que presuntamente sacó cuando fue literalmente aplastada por docenas de personas que fueron replegadas por la autoridad al tratar de evitar el saqueo al comercio siniestrado.
Hasta el momento las autoridades no han informado si se hará una investigación para deslindar responsabilidades, pues en las redes sociales también se ha manejado la versión de que los elementos de la policía tuvieron alguna responsabilidad.
Los familiares de la víctima, se acercaron a las autoridades de la Villa de Allende para pedir justicia para María González Cervantes, quien como cientos de personas, esa noche se acercó al sitio del incidente con los ánimos de obtener algún poco de alimento para su familia.
A ella le sobreviven tres hijas por quienes trabajaba para alimentarlas y darles educación, y que ahora se quedaron sin su madre.
En redes sociales no se han hecho esperar las peticiones de los conocidos de la víctima para establecer cooperaciones que ayuden a las menores.
Sin embargo, también hay peticiones formales para que se les otorguen becas y apoyos de despensas.
En los funerales de la joven madre, se le recordó como una persona trabajadora y decidida a sacar a sus hijas adelante, en este caso, le costó la vida el ir a buscar artículos de primera necesidad para alimentarlas.