Ciudad de México.- Luego de que trascendiera la noticia del secuestro y liberación del párroco José Luis Sánchez Ruiz en el municipio de Catemaco en Veracruz y de los disturbios que la población ocasionó en el Palacio de Gobierno, el cual incluso incendiaron, salta la pregunta ¿qué está pasando en Veracruz?
Para tratar de contestar la pregunta anterior, Letra Roja conversó con el analista Fred Álvarez, quien explicó que la reacción tan agresiva de la población de dicho municipio se debe al hartazgo y a los recientes casos de desapariciones y asesinatos de clérigos ocurridos en tierras veracruzanas.
Recordó que no hace mucho, en el mes de septiembre, se siguió el mismo modus operandipara plagiar a los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz, y a un auxiliar en Poza Rica Veracruz, quienes aparecieron muertos, maniatados el 19 de septiembre a orillas de una carretera.
Por lo anterior, Álvarez refiere que la población y la Diócesis de San Andrés, Veracruz, rápidamente se movilizaron y difundieron la noticia para que no ocurriera la misma tragedia ahora en Catemaco, situación que mencionó, lo tiene un tanto sorprendido.
Y es que ser clérigo en la Ciudad de México es muy diferente a serlo en estados como Veracruz, Guerrero, Chiapas o Michoacán,donde la Iglesia es una institución muy seguida y cercana a los habitantes, refirió.
Ante el cuestionamiento de si al sacerdote lo secuestraron por estar en contra de las altas tarifas de la Comisión Federal de Electricidad o por ser muy crítico, el especialista abundó que ser sacerdote en un estado como Veracruz es tan complicado como ser periodista.
Otra posible explicación a la reacción tan violenta de la población podría ser la situación general por la que pasa Veracruz, donde un presidente con licencia está prófugo y hay tantos problemas internos, dijo.
“Esto se da en el marco de un estado ingobernable con mandatario interino, es una bomba de tiempo en la que están sucediendo cosas inéditas”, concluyó.
EC
