A unas horas de concluir su gestión, el gobernador Flavino Ríos Alvarado reconoció que el pasivo que enfrenta el estado supera los 87 mil millones de pesos, derivado de irregularidades que confirma la última cuenta pública.
En el último mensaje que dirigió a los veracruzanos desde Sala de Banderas, arropado por el gabinete en pleno reiteró que todo aquel que infringió la ley deberá enfrentar las consecuencias, por ello las 12 denuncias interpuestas ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Reconocer el desequilibrio fiscal que tuvo consecuencias económicas; se vio afectada por manejos ajenos al interés público; la última cuenta dio un pasivo de 87 mil 937 millones 886 mil al 30 de septiembre de este año”, señaló.
Por ello manifestó que no se deben utilizar políticamente las acciones irregulares, en que incurrieron algunos ex funcionarios estatales.
“Prueba de ello son las 12 denuncias presentadas ante la Fiscalía General del Estado; los actos ilícitos de algunos no deben ser utilizados con fines políticos”, dijo y señaló que el cambio de gobierno representa una oportunidad para el crecimiento de Veracruz.
“Es tiempo de unidad en favor de Veracruz y no el descrédito”, reiteró al tiempo que afirmó que el próximo gobernador Miguel Ángel Yunes Linares contará con un estado de oportunidades.
“Le deseo todo el éxito del mundo a la próxima administración”, destacó.
Manifestó que desde que tomó las riendas del gobierno hace 48 días, se trabajó para generar las condiciones y hacer frente a la situación financiera que heredó.