No se sabe cuál de los tres directores del Instituto Veracruzano del Deporte, Rafael Reyes Cuenca (2010-2013), Carlos Sosa Ahumada (2013-2016) y Fátima del Ángel Palacios (marzo de 2016-noviembre de 2016), mantuvo a deportistas muertos cobrando becas de entre 1,500 y 3,000 pesos mensuales durante por lo menos 4 años después de que murieron, da a conocer este domingo el diario Reforma.
Al menos cinco deportistas veracruzanos ya fallecidos cobraban becas en el Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) durante la administración de Javier Duarte, de acuerdo con documentos de la contraloría interna y auditoría del primer año de revisión de 2015-2016, detalla Reforma.
El ex beisbolista Ramón Arano, el ex basquetbolista en silla de ruedas José Pérez Ñeco, Guillermo Carrillo, Arturo Bedolla y Pilar Pérez Domínguez, de varias disciplinas, percibieron becas de entre mil 500 y 3 mil pesos mensuales, aun ya fallecidos.
Arano y Ñeco murieron en 2012 y 2014, respectivamente, y recibieron estímulos tipificados en los documentos de contraloría interna y auditoría como “becas deportivas” desde 2004, y los cobraron hasta inicios de 2017.
Las asociaciones dieron de baja a los deportistas fallecidos, pero continuaban activos financieramente en el IVD.
Aún se desconoce quiénes siguieron cobrando a nombre de ellos, asunto que se encuentra en investigación para fincar responsabilidades a quien corresponda.