* Alarma aumento de consumo; en dos años pasó del 28 al 51%
* Fácil acceso y el confinamiento influyen en “popularidad”
Tania Rivera/AVC
Xalapa, Ver.- El consumo de cristal en Veracruz se ha disparado en los últimos tres años. En 2019, apenas el 28.9% de los jóvenes que se atendían en el Centro de Integración Juvenil de Xalapa eran consumidores de cristal; pero para 2021, el porcentaje se incrementó a un 51.4%.
Entrevistados por separado, Humberto Flores Dorantes, director del Centro de Integración Juvenil de Xalapa e Ivan Huerta Lozano, subdirector de Seguimiento Operativo a Tratamientos de Centros de Integración Juvenil, señalaron que las prácticas sexuales de riesgo, fácil acceso y el confinamiento por pandemia son los factores que han influido en la popularidad de la sustancia.
También, apuntaron el rol que juegan las redes sociales, aplicaciones de contacto y las series que hacen apología del consumo de sustancias tóxicas.
Los especialistas señalaron que pese a los efectos nocivos de la sustancia, como las alteraciones del sueño, pérdida de cabello, caída de piezas dentales, problemas del corazón y hasta derrames cerebrales, no merman su ingesta entre personas de 10 a 25 años.
LA PANDEMIA Y EL CONSUMO DE CRISTAL
Durante la entrevista realizada en el Centro de Integración Juvenil de Xalapa, Flores Dorantes brindó datos reveladores sobre el aumento en el consumo del cristal. En 2019, el 28.9% de los jóvenes que atendían eran consumidores de cristal, para el 2020 la cifra incrementó al 40.13% y a septiembre del 2021 se reporta un 51.4%, entre la población de 10 a 25 años de edad.
El especialista relacionó el notable crecimiento de consumo de cristal con el problema para manejar las emociones que provocó el confinamiento por COVID-19.
“Previo a pandemia sus relaciones eran más físicas, más de contacto, quizá un poco aisladas por el uso del teléfono, pero al menos estaban juntos, esto sí fue un cambio en general para todos (…) Además, hay jóvenes que tienen una dinámica familiar complicada en casa y si sentías más tranquilidad al estar en la escuela, esto puede afectar al manejo de emociones”.
Flores Dorantes destacó que durante el confinamiento las personas experimentaron problemas de ansiedad y depresión, y “en el caso de los jóvenes con mayor acceso a redes sociales y desinformación, estos trastornos pueden orillar al consumo de sustancias con la promesa de mitigar o evadir las problemáticas que enfrentan”.
Otro indicador del repunte en el consumo de cristal lo dio la Secretaría de Seguridad Pública, que reportó un incremento en el aseguramiento de cristal durante operativos de vigilancia.
A través de una solicitud de información, señaló que en 2019 se registraron 141 aseguramientos, en 2010, 256; y en lo que va del 2021, ya suman 254 aseguramientos de esta sustancia, por lo que es muy probable que al concluir el año, la cifra del año inmediato anterior, quede superada a la alza. La información de Seguridad Pública también revela que cada año hay más gente vinculada al movimiento de esta droga. En 2019 la SSP detuvo a 193 personas por posesión de cristal, en 2020, 374 y en lo que va del 2021, ya suman 337 detenidos.
En cuanto a los municipios con mayor incidencia, encabeza la lista Xalapa, con un acumulado entre 2019 y 2021 de 138 decomisos, le siguen Coatzacoalcos con 61, Emiliano Zapata y Poza Rica con 28 y Córdoba con 21.
CHEMSEX: LA DESINFORMACIÓN EN INTERNET, REDES SOCIALES Y SERIES
En entrevista vía telefónica, Huerta Lozano dijo que en México las drogas más consumidas por los jóvenes son marihuana y alcohol, sin embargo en los últimos diez años se registra un repunte en metanfetaminas, anfetaminas y drogas de diseño.
El experto atribuyó el aumento a diversas causas, “como que son baratas y de fácil acceso, la desinformación sobre los riesgos de su consumo a largo plazo, su promoción en redes sociales. Y sobre todo, como punto medular, señaló la asociación del consumo de drogas de diseño y la práctica de relaciones sexuales de riesgo, conocida como “chemsex”.
El término “chemsex” se usa desde hace dos décadas en Europa y Estados Unidos, pero en los últimos años se ha popularizado en México.
Al principio, solo era popular entre la comunidad LGBT, con encuentros en saunas, departamentos y fiestas privadas, sin embargo rápidamente se ha extendido a un público más amplio.
El chemsex tiene que ver con las redes sociales, encuentros sexuales rápidos e inmediatos y consumo de drogas, afirma el especialista, y agrega que en esta práctica destaca el rol de las aplicaciones cibernéticas para conocer gente, que ha llevado, incluso, al desarrollo de una jerga específica.
“El chemsex ha llegado con un boom muy fuerte por las aplicaciones de contacto, de encuentro, en donde hay un lenguaje a través del uso de los emojis, que en ese contexto tienen significados diferentes.
Por ejemplo el diamante significa cristal, los dulces significan drogas en general, la nariz significa que la persona consume cocaína, el rayo que es el dealer, hoja de maple es marihuana, así cada emoticón, y ya ni siquiera tienen que poner en texto”.
INFLUYEN SERIES; DISTORSIONAN REALIDAD SOBRE CONSUMO
Además de las redes sociales, Huerta Lozano no descartó que la imagen que presentan algunas series destinadas a jóvenes también contribuyan al consumo de esta droga, ya que distorsionan la realidad sobre el consumo.
“(En algunos episodios) hasta se idealizan situaciones en donde el protagonista tienen relaciones sexuales sin protección, o supuestos chicos de prepa tienen encuentros sexuales en grupo, y entonces es como si le dijeras a quien está viendo: “esto es lo cool”, “no tiene riesgos”.
Sin embargo, los riesgos son muchos, comparte Huerta, “en principio, se da una distorsión de la sexualidad que es sana y es parte de la vida, por otro parte, al sostener relaciones sexuales bajo el influjo de sustancias se pierde la percepción de riesgo y el control de impulsos, por lo que las personas son más susceptibles de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual o tener embarazos no deseados”. Problemas del corazón y derrames cerebrales, los efectos.
Otros de los riesgos del consumo a largo plazo de cristal, se encuentran: bruxismo (rechinar los dientes), alteraciones del sueño, apetito, sensación de hormigas que lleva a rascarse en la zona y provocar daños e infecciones, pérdida de cabello, caída de piezas dentales, problemas del corazón y hasta derrames cerebrales.
Flores Dorantes, director del CIJ de Xalapa, hizo un llamado a los padres de familia para estar alerta a los cambios de conducta de sus hijos: aislarse, en actitud paranoica o a la defensiva.
Recordó que en el CIJ cuentan con la asesoría para identificar si algún joven es consumidor de sustancias, y en caso de encontrarse que sí, tienen los programas para que los jóvenes reciban la ayuda correspondiente.
“El llamado es para que conozcan, que pregunten, en redes sociales tenemos mucha información, tenemos transmisiones en vivo. Hay atención psicológica que estamos brindando para problemas de ansiedad o depresión. No tengan miedo de pedir ayuda”.