Médicos se niegan a dar siquiera lista de materiales, hasta que familiares paguen por lo menos 8 mil pesos
Facundo Bartolo Salazar
Piden dinero por adelantado en el hospital General Manuel Ávila Camacho para realizar intervenciones quirúrgicas, siendo ése el caso concreto del área de traumatología, donde hay por lo menos seis casos que son atendidos a medias, y al parecer a todos les piden recursos para ser operados a la brevedad posible. Lo anterior fue denunciado por un joven, familiar de un paciente de alrededor de 60 años, quien a causa de una caída sufrió fractura expuesta de peroné y aun cuando lleva en el nosocomio diez días internado, no ha sido intervenido quirúrgicamente, pues tan solo le han sido suministrados analgésicos y antibióticos.
El declarante, habitante del municipio de Atzalan, precisó que durante el tiempo en que su familiar ha estado internado se ha gastado por lo menos 8 mil pesos, cantidad que consideró elevada, al tomar en consideración que el paciente solamente ha recibido “calmantes” y no ha recibido de la institución atenciones más allá de eso, además de la precaria situación económica que prevalece. Aseveró que lo peor es que al hablar del caso con uno de los médicos, éste le informó que con ocho mil pesos “su familiar sería operado a la brevedad posible”.
Ante esa propuesta, el quejoso se mostró desconcertado, pues se preguntó si realmente ése es el procedimiento que se sigue para lograr que una persona pueda ser operada en el hospital General Manuel Ávila Camacho. Y al hacer referencia al problema económico que enfrenta para hacer frente a los gastos de su familiar, solicitó al médico que le extendiera por lo menos una lista de los materiales que se utilizarían en la operación del peroné de su paciente, con el fin de conseguirlos o pedir apoyo económico para ello, a lo cual el galeno respondió que eso no era posible hasta que consiguiera los ocho mil pesos que le estaba pidiendo.
Ese tipo de “atención” en la institución mantiene ya al inconforme en la desesperación, lo cual lo está obligando a tocar puertas en busca de apoyo y hacer todo lo posible para que su familiar sea atendido, tomando en consideración que no podrá hacer frente a esa situación con sus propios recursos. Lamentó que a pesar de contar con el famoso Seguro Popular, el médico que lo atendió le informó que desafortunadamente, la ayuda de ese programa le llegaría después de un mes, por lo que era preferible que consiguiera 8 mil pesos para que operasen a su familiar.
Comentó que hubiese sido preferible buscar atención en el hospital de Plan de Arroyos, donde el servicio es mejor, no obstante, resultó que en ese nosocomio no había traumatólogo, pero el remedio ha sido peor que la enfermedad, sabiendo que en el Hospital General hay tres traumatólogos, pero a pesar de eso, su trabajo deja mucho qué desear, sobre todo porque son mercaderes de la necesidad y del dolor ajeno. A causa de esa cruel realidad, dijo tener conocimiento que el familiar de un militar fue sacado de la institución, también de traumatología, pues definitivamente no estaba recibiendo la atención adecuada.