Su dirigente Darío Fernando Suárez está muy “verde” y no gestiona para los jóvenes, solo para él
Martínez de la Torre, Ver.- Considerando que la juventud ocupa en la sociedad un papel dinámico, propositivo y positivo, es lamentable que algunos organismos políticos que aglutinan a este sector como el Frente Juvenil Revolucionario (FJR), como se le conocía hasta hace poco, representado por Darío Fernando Suárez Mendoza, sean representados por personas que no tienen interés alguno en apoyar las ideas y propuestas de los adolescentes y que solo ocupen las siglas como un trampolín para satisfacer ambiciones personales.
Lo anterior fue señalado por Itzel Villa, dirigente de Juventud Popular Revolucionaria, quien dijo que en estos cargos se requiere de personas con un mayor compromiso social, de trabajo y resultados, y no solo de poses y grillas que de nada le sirven a los jóvenes entusiastas.
Lo peor es cuando quienes representan agrupaciones como el FJR tampoco tienen una lealtad con las siglas que los cobijan, pues comentó que en el caso de Darío Fernando Suárez Mendoza, se tienen informes que en pasados procesos electorales apoyó a otro candidato de apellido Zermeño, el cual no representaba al partido que dice pertenecer.
Con estos argumentos, consideró necesario que en estos tiempos en los que se lleva a cabo un proceso de renovación de cuadros, se considere también el cambio de dirigente del FJR, pues tan solo en este municipio de Martínez de la Torre, si se hace una evaluación del desempeño activo, en programas, beneficios y apoyos a los jóvenes, se puede decir que Darío Fernando Suárez tiene una calificación reprobatoria.
En su actuar político, la evaluación es mucho peor por los antecedentes en procesos electorales pasados al promover el voto cruzado.
En su caso, dijo que la Juventud Popular tiene un acercamiento permanente con los jóvenes y para mostrar un caso inmediato es el de los jóvenes del grupo de Skate’s, quienes tendrán un espacio digno para practicar su deporte en el parque Padre Hidalgo, lo cual se logró mediante diálogo y gestiones ante las autoridades municipales, que les abrieron las puertas y les otorgaron el espacio.
Consideró que éstos son los beneficios que se buscan y para ello deben trabajar los representantes de jóvenes, y no para beneficiarse personalmente como en el FJR.