Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- Los citricultores no deberían seguir desorganizados, al menos como parecen estar hasta el momento, en virtud de la falta de liderazgos, o bien de apoyos que merezcan la pena llevar a cabo movilizaciones o reuniones masivas, además de las limitaciones que ha provocado la pandemia de covid 19, opinó Gregorio Calderón Dinorín, presidente del Comité Regional Campesino.
Comentó que “ahora que comenzó a bajar el precio del limón se puede pensar en que volverá la misma situación de que los productores estarán molestos cuando les paguen precios realmente irrisorios, y ahí es cuando será necesario nuevamente hacer presión, de forma unida, para pelear pagos más justos”. Añadió que los precios de la fruta, ya sea limón, naranja o cualquier otro producto cítrico son solamente un punto crucial de esa necesidad de organización que prevalece en el sector citrícola, siendo esa una realidad que se debería reconocer de manera permanente.
Calderón Dinorín manifestó que en general los campesinos se encuentran disgregados, independientemente de lo que produzcan en sus tierras. Expresó que desafortunadamente, eso tiene que ver con cuestiones políticas y de grupos, pero opinó que eso se debería superar, pues independientemente de los gobiernos o colores en el poder, la producción agropecuaria tiene ante sí muchas necesidades y retos.
Afirmó que anteriormente, había entre los campesinos al menos la esperanza de que al solicitar proyectos productivos u otro tipo de apoyos de gobierno, en algún momento podrían resultar beneficiados. Sostuvo que en cambio, los gobiernos actuales ya no brindan opciones para que los productores puedan acceder a programas de impulso a su actividad, en su caso la citricultura y otros rubros que han mantenido en movimiento la economía regional. Es por ello que insistió en que es indispensable que los campesinos busquen organizarse nuevamente, pues sería la única forma de hacer escuchar su voz ante las diferentes dependencias.
