* Aunada con los periodos de sequía que son cada vez más recurrentes en esta región citrícola
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- La araña roja puede dañar seriamente huertas de naranja, aunada con los periodos de sequía que son cada vez más recurrentes en esta región citrícola, la cual tiene también otras graves amenazas como el HLB o huanglongbing, que al parecer abre las puertas a más plagas oportunistas cuando llega a infectar los árboles, señaló Leobardo Pérez Rendón, citricultor.
Comentó que “es verdad, una plaga tan común como la “araña roja” puede provocar la muerte de los naranjos, y desafortunadamente eso es un descalabro para los productores, pues se ven obligados a sembrar plantas nuevas, y peor aún, cuando buena parte de las huertas están afectadas, esta situación implica empezar de nuevo”. Explicó que el principal síntoma de una grave infestación de la araña roja es el follaje seco, y eso solamente se puede corregir con fumigaciones inmediatas de plaguicidas, así como fertilizantes para que los árboles de naranja en su caso puedan recuperar su vigor y no mueran.
Pérez Rendón reconoció que la araña roja no es la única plaga de la cual deben preocuparse los productores, pues ya está atacando las huertas el HLB, y eso se puede apreciar al observar huertas de San Rafael y Nautla, en las colindancias con Misantla. Precisó que en esos puntos es posible ver árboles de cítricos completamente secos, ante la impotencia de la mayoría de los productores, porque definitivamente no saben cómo enfrentar esa enfermedad bacteriana de los cítricos.
Destacó que la citada plaga ya llegó a estas tierras, y desafortunadamente ninguna dependencia de gobierno orientó a los citricultores debidamente, para que al menos tuviesen oportunidades para disminuir los efectos del HLB en los cítricos en general. Sostuvo que los productores, por su parte, han buscado diferentes sustancias para enfrentar el HLB, combatiendo las plagas y brindando nutrición al mismo tiempo, obteniendo algunos resultados satisfactorios. Sin embargo, los productores que luchan por salvar sus huertas son muy pocos, y no tienen garantía alguna de que su éxito será total ante el embate de esa terrible plaga.
