* Si bien es cierto que son bienvenidas las inversiones, también representan fuerte competencia y no benefician a Martínez, señalan
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- La llegada de comerciantes chinos no beneficia a Martínez de la Torre en realidad, pues si bien es cierto que son bienvenidas las inversiones, con la esperanza de que aumente el movimiento económico, también representan fuerte competencia para el comercio local, mismo que se debate entre múltiples dificultades, luchando principalmente para levantar sus ventas, situación que no será posible ante la incursión de esos extranjeros orientales, expuso Gerardo Zapata García, integrante de la Unión de Comerciantes en Pequeño No Asalariados.
Manifestó que “nuestra situación sigue siendo la misma, y lo que pedimos a las autoridades de los diferentes niveles es que al autorizar nuevas inversiones y empresas, busquen la manera de proteger en su caso al comercio local, que es de los rubros más golpeados por los vaivenes de la economía, y coloquen a los foráneos en rubros menos saturados”.
Comentó que en el caso de los chinos, por su capacidad de trabajo en varias áreas, bien podrían participar en el crecimiento y desarrollo de Martínez y la región, pero no precisamente en el comercio, que se está llevando mucho tiempo para su recuperación, y con ese tipo de competencia solamente contempla mayores dificultades para lograr sus objetivos.
Zapata García destacó que en cuestión de novedades, artículos electrónicos, herramientas y demás mercancías, los chinos son un gran rival, y sería preferible resistir la competencia de empresarios locales, que se han levantado en esas áreas en Martínez de la Torre, y dan empleo a martinenses, que enfrentarse a extranjeros, ya sean chinos o de otras nacionalidades, cuya entrada perjudique en lugar de reportar beneficios.
Reconoció que en años recientes, citricultores de esta zona buscaron contacto con China para compartir información y experiencias en ese rubro. Sin embargo, sería positivo saber si en algún momento se autorizarán a empresas de ese país para fundar empacadoras, las cuales quizá competirán con las empresas locales, en todos los sentidos, y con todo lo que ello implica para ese sector.
