Álvaro Guerrero
Las lluvias que se han presentado después de Semana Santa han traído dos grandes beneficios para la citricultura de la región, la primera en fortalecer el cultivo para los próximos meses, que aún se auguran que sean calurosos y la segunda en amortiguar el precio de producto agrícola, puesto que antes de esas fechas se desplomó el valor comercial de la fruta drásticamente por el factor de la oferta y demanda, opinó Marcelino Bustos Castillo, asesor independiente de comercialización.
Sobre lo anterior comentó que, “aquí ha sucedido, si bien recordamos, semanas o meses anteriores tuvimos una falta de lluvia considerable que estaba afectando, aquí y ahora por cuestiones por la naturaleza, por cuestiones de esta región benévola para la agricultura, la lluvia nos está beneficiando, considerando yo en dos puntos de vista, uno la semana pasada no se estuvo bajando los precios más drásticamente porque está controlado el corte por la lluvia, pero también el otro beneficio de la lluvia es que haciendo su efecto natural, ya que recordemos que el 90 por ciento de las huertas de la citricultura regional es temporal, el beneficio de la lluvia es sumamente importante”.
Ante eso, mencionó que cuando las lluvias son constantes en la región, existe una frase muy especial que va creciendo de boca en boca entre los productores, “que cuando llueve, también llueve dinero”; situación que ha iniciado percatarse que después de ese temporal de aguaceros inicia un gran movimiento económico que beneficia a todos los sectores de la región.
Estima que en próximas fechas se genere una gran cantidad de producción citrícola, pues recordó que en este año hubo dos meses que no se presentaron las lluvias, lo que provocó que en los árboles de limón tuvieran un estrés hídrico de manera natural, pero con la presencia de las lluvias ese factor va a mejorar.