El problema de fondo es la corrupción que permea los diferentes niveles de gobierno
Facundo Bartolo Salazar
Es una “cortina de humo” la propuesta de reducir el número de senadores y diputados, la cual, implementada por el gobierno Federal a través del PRI y sus partidos aliados, pretende distorsionar y confundir a los ciudadanos, con una propuesta ridícula, absurda, y hasta hipócrita, después de haber usado a los diputados y senadores para manipular y aprobar las reformas, aseveró Adrián Montiel Martínez, dirigente municipal del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).
Apuntó que al parecer, no se ha comprendido aún que el problema de fondo es la corrupción, la cual es un cáncer que aqueja a los gobiernos municipales, estatales y federal. Comentó, no obstante, que existe una confusión muy grande en el gobierno Federal al describir la corrupción como un problema cultural, cuando se trata de un problema grave, de fondo, y que aqueja a los partidos políticos, así como las instituciones que convergen en el gobierno Federal. Afirmó que desafortunadamente, no se está poniendo “el dedo en la llaga”, o en el problema real que existe en el país.
Montiel Martínez sostuvo que la solución a múltiples problemas no es la reducción de senadores y diputados, sino el respeto a las leyes, la Constitución y las instituciones, además de la conciencia de la situación que vive México en los aspectos económico, social y político, principalmente. Incluyó entre los problemas apremiantes la corrupción, la inseguridad, la desigualdad y el desempleo. Dijo que en todo caso, la propuesta de reducción de senadores y diputados tan solo es para distraer y confundir a la población.
Reconoció que la corrupción es quizá un problema hasta cierto punto de educación, en el propio seno familiar, pero opinó que sobre todo, el ejemplo para eliminar la corrupción debe llegar de los altos niveles de gobierno, iniciando con el presidente, los funcionarios, los políticos. Insistió en que esa sería la única manera de combatir y erradicar la corrupción, pero desafortunadamente eso no es así. En cambio, sucede lo contrario, pues todos los negocios a raíz de las reformas han sido en beneficio de los funcionarios y los políticos, siendo ese el peor ejemplo para los ciudadanos.
