* En esta temporada de calor la mayoría de los alimentos se pueden descomponer fácilmente
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- Es necesario prevenir diarreas entre la población, pues en esta temporada de calor la mayoría de los alimentos se pueden descomponer fácilmente y al ingerirlos las personas corren el riesgo de contagiarse de infecciones que pueden provocar diferentes malestares estomacales, las cuales se deben atender oportunamente, expuso Valentín Vázquez Campos, médico urgenciólogo.
Mencionó que “en general, las personas deben tener cuidado de adquirir alimentos en buen estado, sin importar que sean verduras, pollo o carnes, pues con las altas temperaturas, y por descuido, se echan a perder rápidamente, de tal manera que en esas condiciones ya no son aptas para consumo, y fuera de ello pueden ocasionar infecciones”. Añadió que de preferencia, la población debería acudir a hacer sus compras de alimentos en establecimientos de confianza, pues es verdad que en algunos casos la apariencia de los productos que se exhiben en anaqueles los hace parecer frescos, pero quizá no sea así, pues los comerciantes buscan colocarlos en el público, sin tomar en cuenta las consecuencias para la salud pública.
Vázquez Campos insistió en que es recomendable tener mucho cuidado con el estado de los alimentos que se compran a diario para consumo en el hogar, y de esa manera evitar la mayoría de los malestares estomacales. Dijo que también es necesario dejar en la medida de lo posible el consumo de alimentos en la calle, pues en esas condiciones es muy difícil que quienes venden esos productos puedan mantener la higiene necesaria en la preparación y el manejo de tales alimentos.
Manifestó que la limpieza es muy importante, pues de esa manera se reduce la posibilidad de que los alimentos sean contaminados por diferentes bacterias o virus que pueden provocar enfermedades. Recordó también que en el hogar no se debe olvidar la práctica de cocer perfectamente las comidas para evitar que se echen a perder, y con ello se reduce la posibilidad de que al consumirlas ya en mal estado los afectados padezcan de enfermedades diarreicas que se pueden evitar o disminuir su intensidad.