Facturación, registro federal de causantes y demás requisitos burocráticos son impedimento para ellos
José Miguel Bautista Hernández
La burocracia es uno de los mayores obstáculos para que productores y sobre todo pequeños productores puedan acceder a créditos, sin que las instituciones crediticias representen un riesgo inminente de endeudamiento e incluso pérdida de sus tierras, por lo que la desconfianza en éstas ha ido en aumento.
Esta situación pone en el dilema a los productores de si su producción de temporal será suficiente para poder cubrir esos adeudos; los hace dudar si vale la pena apostarle al endeudamiento para tratar de invertir en tecnología para el campo.
Durante la reunión sostenida en días pasados, donde se explicó a los líderes de organizaciones y asociaciones campesinas las reformas al campo y la forma en que será beneficiado el sector agrario con créditos de hasta 230 mil pesos, fueron diversos los protagonistas que alzaron la mano para manifestar su inconformidad acerca de esta iniciativa, pues se consideró que en más de una ocasión han sido timados.
Ejemplo de ello es el productor común –advirtieron-, ya que el precio de los productos que ellos cultivan no lo deciden ellos mismos sino intermediarios o empresas a las que se les ofertan, por lo que se evidencia la dificultad de pagar un crédito si no se tiene una garantía de precio, pues solo estableciendo condiciones de créditos reales y lógicas podrían fomentar este tipo de acciones.
En su intervención, Florencio Arzúa Gallegos dijo que se ha olvidado del verdadero significado del fomento agropecuario, pues esta acción se realiza para invertir en producción fomentándola a través de apoyos a fondos perdidos, por lo que las reformas al campo sólo podrían ser el hundimiento del sector agrícola.
A su vez, Guillermo de la Rosa, representante de la Organización Campesina Independiente, abordado al respecto mencionó que “el foro tuvo a bien exhibir todas las carencias que el sector campesino reclama, sobre todo los productores pequeños, pues ellos no están orientados ni tienen conocimiento, mucho menos solicitar un crédito con altas tasas de interés, surgiendo la gran problemática en muchos aspectos como un precio de garantía, la nula planificación de la vida productiva del campo cultivando a diestra y siniestra y no creando competencia, sino más bien una sobreproducción que lacera precios”.
Aseguró que “con éstas y otras problemáticas se han ido creando cinturones de miseria para los pequeños productores, prueba de ello es que en la actualidad muchos de los campesinos prefieren lotificar sus parcelas, toda vez que no existe la oportunidad para que salga adelante el pequeño productor, siendo nula la existencia de créditos, y los que existen son imposibles de costear”, refirió.
Externó que con la reforma al campo y la liberación de créditos se vislumbraba una esperanza, sin embargo esto es solo un método del gobierno Federal, ya que explicándose las trabas para acceder a ellos nuevamente deja de ser viable, detallando que si no se está registrado en Hacienda del Estado no son aptos como sujetos de crédito, y sigue la burocracia siendo el principal obstáculo en esta materia.
Invitó al sector campesino para no tener miedo de estar organizados, poniendo como ejemplo a diversos sindicatos o asociaciones que tienen bien establecidos sus lineamientos y obtienen grandes beneficios, pero ellos se han quedado rezagados en materia organizacional, puntualizó.