Productores no tendrán ganancias si continúan sujetos a líderes, empresarios y el gobierno
Facundo Bartolo Salazar
Es necesario reformar la Ley Cañera para que los productores participen en el negocio del etanol, del cual ya se contempla la instalación de estaciones surtidoras de ese combustible o aditivo en el estado de Veracruz, en el marco de la Reforma Energética, pues definitivamente, no tendría caso que los cañeros incursionaran en algún proyecto de esa naturaleza en las condiciones actuales en las que se hallan subyugados por los líderes, los empresarios y el gobierno, razón por la que no tendrían alternativa, ventaja o ganancia alguna, señaló Arturo Galindo Levet, en su carácter de productor.
Expuso que ya se ha hablado de producir bioetanol, tal como se hace en los gigantes de ese rubro como Brasil y Colombia, no obstante, advirtió que antes de instalar estaciones surtidoras sería necesario determinar si hay la cantidad suficiente para llevar a cabo su comercialización y satisfacer la demanda, para lo cual es clave la materia prima. Añadió que con el fin de que los cañeros vean como negocio al bioetanol, se requiere que además de la Reforma Energética se lleve a cabo la reforma de la Ley Cañera.
Mencionó que desafortunadamente, la Ley Cañera mantiene en sus términos actuales a los productores supeditados a comités de producción a nivel local, estatal y nacional, de tal manera que los integrantes de dichos comités controlan los precios del producto, mismos que supuestamente son ajustados a la oferta y la demanda. Galindo Levet expresó dudas al respecto, pues en estos momentos en que existe gran demanda para el azúcar resulta claro que los precios de ese producto se han mantenido aún más bajos que en años anteriores. Y aun cuando se ha anunciado un ajuste, hay mucha opacidad en relación al asunto, aniquilando la confianza de los cañeros.
Insistió entonces que en aras de que los productores visualicen el bioetanol como un buen negocio, es necesario decidir la manera en que será manejada la Ley Cañera. Lo anterior, en virtud de que los cañeros ya no pueden estar a merced de pequeños grupos integrados por líderes, empresarios y el gobierno, puesto que de esa manera se encuentran indefensos, sin posibilidades de obtener ganancias. Reiteró que sin la reforma a la Ley Cañera, son nulas las posibilidades de éxito para los productores en el negocio del bioetanol.
Reiteró que de no ser modificadas algunas leyes, la productividad continuará estancada, y por lo tanto no habrá crecimiento, sabiendo que los recursos no aterrizan a la gente productiva, ni el salario mínimo aumenta pulverizando el poder adquisitivo de los ciudadanos.