* Precisamente a estas alturas es una cuestión urgente
Facundo Bartolo Salazar
Los nuevos gobiernos deberían ver al campo entre sus prioridades, pues precisamente a estas alturas es una cuestión urgente, pues los productores ya están prácticamente al límite de su sobrevivencia en sus actividades, dada la falta de suficientes apoyos y programas, al menos en esta región, y concretamente en el sector citrícola, que es el principal motor económico, expuso Gregorio Calderón Dinorin, presidente del Comité Regional Campesino.
Comentó que “los productores tienen ante sus ojos a los posibles gobernantes y legisladores que serán electos el próximo 2 de junio, es muy importante que a tiempo tomen la decisión de quienes apoyar, brindándoles su voto, pues ya se demostró que cuando el pueblo hace escuchar su voz si se pueden lograr los cambios deseados”. En ese contexto, destacó que desafortunadamente, los campesinos ya llevan largo tiempo esperando que las dependencias de gobierno aterricen apoyos, o por lo menos asesorías para que en el caso de las huertas de cítricos, al menos tengan alguna idea de cómo combatir plagas tan peligrosas como el HLB.
Calderón Dinorin insistió en que los hombres del campo deberían impulsar a los candidatos que, independientemente de colores y grupos, ya sean conocidos por sus acciones en favor de los ciudadanos. Dijo que ya no se debe tomar a la ligera el derecho y obligación de votar, sino que en estos casos decisivos, es necesario tomarlo como una herramienta para contar con personas en gobiernos que realmente estén dispuestas a trabajar a favor de los productores.
Reconoció que, es cierto, falta mucho por hacer, no solamente a favor del campo, sino en otros sectores productivos, no obstante, sostuvo que la producción de alimentos, disponibles para la población, debería ser prioridad, como el caso del maíz, que es clave para elaborar la tortilla, y por lo tanto, es indispensable cultivar esa semilla en mayores cantidades, para que ese alimento tradicional no quede fuera del alcance de las familias.