Dependerá de acuerdos entre las partes, si la factoría es desmantelada o puesta en funcionamiento
Facundo Bartolo Salazar
La situación del Ingenio Independencia está a punto de aclararse definitivamente, lo cual queda de manifiesto ante las frecuentes visitas de Carlos Leroux Camino a esta localidad, en busca de entablar el diálogo con los productores de caña y quizá acordar con ellos el desmantelamiento de la factoría y el pago de los adeudos atrasados, o bien un convenio para echar a andar nuevamente la producción, aún con las cañas existentes en alrededor de mil hectáreas a rehabilitar, expuso Renato Treviño López, productor de caña.
Consideró que, pese al panorama confuso en que está inmerso el Ingenio Independencia, debe haber voluntad entre las partes para negociar y llegar a los resultados que más favorezcan el avance en uno u otro sentido, dando paso al desmantelamiento de la factoría, o bien a su reapertura, con la participación de cañeros y obreros.
Treviño López no descartó la posibilidad de que esos gremios tengan la posibilidad de plantear a Leroux Camino trabajar en coordinación, pero después de recibir sus pagos correspondientes a la zafra 2002-2003, los cuales siguen quedando pendientes, siendo las principales razones de la falta de diálogo y avances concretos en la situación del Ingenio Independencia.
Por supuesto, el entrevistado hizo referencia a otra opción, misma que consiste en proponer al propietario de la factoría tomar los recursos que adeuda a los cañeros y obreros como un adelanto para que sean ellos quienes operen la citada factoría y lo echen a andar, dejando atrás la incertidumbre en que ya ha estado sumido durante años.
Renato Treviño destacó que a estas fechas, la moneda está en el aire y dependerá de las partes en conflicto el destino que le espera al Ingenio Independencia, al cual visualizó produciendo azúcar y alcohol, en lugar de ser retirado Martínez, dejando tras de sí la necesidad de empleo y desarrollo para esta región. Confió en que habrá buena voluntad y que tanto los empresarios, como obreros y cañeros cedan en algunas de sus pretensiones para llegar a convenios que beneficien a todos, incluso a quienes esperan empleos indirectos como resultado de la reapertura de la factoría.