Los casos de ese padecimiento superan por mucho los de cáncer
Facundo Bartolo Salazar
La osteoporosis es un problema de salud pública, aunque hasta la fecha el gobierno no reconozca esa situación, o no cuente con los datos que reflejan a nivel nacional millones de pacientes que sufren fracturas, muchas de ellas relacionadas con ese mal y mortales, superando por mucho a los pacientes afectados por cáncer, que aun cuando es una enfermedad grave, ocupa comparativamente menos casos, expuso el doctor Antonio Rivera Montero, especialista en traumatología y ortopedia.
Consideró que con la finalidad de reducir los daños del mencionado padecimiento en la población se requiere trabajar fuertemente con niños y jóvenes para que alcancen y mantengan la masa ósea adecuada. Indicó que se deben reducir los factores de riesgo, así como evaluar la eficacia de los tratamientos farmacológicos bajo prescripción, recordando en todo momento que la osteoporosis puede ser mortal.
Durante su exposición, en el marco de las Novenas Sesiones Académicas de Actualización Médica, Rivera Montero hizo referencia a puntos cruciales relacionados con la osteoporosis, tales como los factores de riesgo, entre los que se encuentran la densidad mineral ósea disminuida, sexo femenino, edad, raza blanca, déficit de estrógenos y bajo peso.
Precisó que los casos de ese mal se clasifican básicamente en osteoporosis primaria y osteoporosis secundaria. Dijo que la primera abarca el 80 por ciento de los pacientes, y se subdivide en tipo 1, posmenopáusica, y tipo 2, que está relacionada con la edad. Añadió que a la osteoporosis secundaria le corresponde el 20 por ciento de los casos. En lo que se refiere al cuadro clínico, el ponente expresó que es asintomático, con dolor dorsal, fractura, deformidades, baja estatura, destacando que los pacientes pueden perder hasta 10 centímetros.
Estableció también que el diagnóstico puede ser, periférico, a través del calcáneo, dedos de la mano o muñeca; pero también puede ser central, involucrando ello la columna, fémur, antebrazo o el cuerpo entero. Dejó entrever que el diagnóstico central tiene más utilidad para brindar a los pacientes un tratamiento adecuado, de acuerdo con su situación específica.