22 de Noviembre de 2024
 

Quienes compran objetos robados se convierten en cómplices

 

 

 

* Lo ideal sería que, en la medida de lo posible, los ciudadanos contribuyan a la solución de ese tipo de problemas

Facundo Bartolo Salazar

Quienes compran objetos robados se convierten en cómplices del delito, y en ese sentido lo ideal sería que, en la medida de lo posible, los ciudadanos contribuyan a la solución de ese tipo de problemas que representan dolores de cabeza para autoridades y afectados, algunos de ellos últimos ya con deseos de tomar la justicia por su propia mano, señaló Alejandro Tapia González, presidente de la asociación civil Mujeres y Hombres en Busca de una Vida Mejor.

Aseveró que “consideramos que para intentar que disminuyan los robos en las colonias, y también en la zona rural o huertas, es necesario reportar a algunos vendedores, en caso de dudas, y además verificar el origen de electrodomésticos o herramientas de construcción antes de comprarlos, con el fin de no quedar involucrados y evitar que crezca el problema”. El dirigente comentó que varias familias ya han identificado la práctica de malbaratar bienes obtenidos mediante hurtos, a menudo a precios excesivamente bajos, lo cual ya es una señal de alarma que no se debe pasar por alto, y de ser posible, deben ser denunciadas ese tipo de actividades.

Tapia González asevero que es poco probable que las familias vendan sus pertenencias en valores tan bajos, sobre todo al tomar en consideración la complicada situación económica que prevalece. Insistió en que la presencia de individuos desconocidos, haciendo ofertas sospechosas de objetos comunes en los hogares, deben ser consideradas como señales de alerta.

Reconoció que han sido frecuentes los robos a casa – habitación en la ciudad y sus zonas alejadas, por lo que artículos como televisiones, dispositivos electrónicos y joyería se revenden en colonias como la Ejidal, Primero de Mayo, Rodríguez Cano y Pedernales, entre otras, donde desafortunadamente, las personas que compran lo robado contribuyen a que los delitos persistan, con las consecuencias y peligros que ello implica para la misma población.  

Lamentó que en la actualidad existan delincuentes tan experimentados que detectan y marcan viviendas que suelen estar deshabitadas gran parte del día, convirtiéndolas en sus objetivos para obtener todo tipo de productos. Finalizo diciendo que, definitivamente, se debe evitar ser cómplices de delitos adquiriendo artículos de dudosa procedencia, e incluso señaló que las casas de empeño ya deberían tener por norma pedir las facturas de los objetos que reciben, para prevenir también el financiamiento de actividades ilegales.


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